CAPÍTULO XXIII:"PIJAMADA"

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"PIJAMADA: PARTE 1"

Bajó entre pequeños saltos la escalera, realmente después de la victoria de ayer su ánimo está hasta las nubes, sin olvidar que Midorima le escribió por primera vez. Entró con una sonrisa radiante a la cocina donde estaba su mamá preparando el desayuno y la saludo con un beso en la mejilla. Ella volteó sorprendida y marcó su ceño cuando se dió cuenta de quién era.

- Hijo... no es que no aprecie tu buen humor pero - lo miró ligeramente preocupada- ¿Qué haces despierto tan temprano por segundo sábado consecutivo?

-Ayer fue un gran día mamá y aún sigue el buen humor de aquello - se ganó una mirada inquisitiva de parte de la mayor. - Además iré a ver a los chicos.

Apagó la cocina al ver que los huevos ya estaban listos y se volteo a observar a su hijo,se dió cuenta que Takao entrenaba con los chicos, salía a pasear con los chicos, estudiaba, que ya aquello era milagro, con los chicos y así podía mentalmente hacer una lista de actividades que realizaba con aquel grupo de extraños que se juntaba con su bebé.

-No.

Takao estaba apuntó de agarrar una manzana cuando volteó a mirarla - ¿Qué? ¿No que mamá?

-No vas a ir, no hasta que lo conozca...

Takao no sabía qué responder... si bien su madre había insistido con el tema él no pensó que hablaba en serio y no se había visto con la necesidad de decirle a los chicos sobre aquello.Su madre al verlo como su expresión cambió se lamentó un poco pero no iba a dejar que su pequeño ande de arriba a abajo con personas que tal vez sean malos para él.

Le brindó una suave sonrisa y añadió - ¿Qué tal si hoy organizas una pijamada con ellos? Y para que no te sientas incómodo, solo estaremos tu padre y yo unos momentos y luego nos iremos a cenar fuera.-dijo mientras dejaba suaves caricias en el cabello del menor.

-Yo... ¿No tengo alternativa verdad?

-No

Soltó una risa y volvió a terminar sus labores junto a su pequeño cuando unos suaves pasitos corrían desesperados por las escaleras mientras gritaba por ella.

-¡Mamá!¡Mamá! Esta vez los alienígenas se llevaron a mi hermano y no dejaron nada - la puerta de la cocina se abrió repentinamente dejando ver a una pequeña Kazumi aún en pijama - Puedo quedarme con su habi...

Las palabras se murieron en su boca al ver como su hermano estaba parado ahí, y soltando un suspiro se acercó a los mayores para darles un beso en modo de saludo.Dejando que su mamá la cargara en sus brazos mientras le llenaba de besos su cara.

- ¿Que te dije sobre querer la habitación de tu hermano?

Con una voz monótona agregó la menor - Que ni lo sueñe, que antes que sea mi habitación, será tu cuarto de manualidades.

- ¡Oigan! Sigo aquí...

Su mamá lo despeinó de manera cariñosa mientras volvía a bajar a la pequeña al piso - Tranquilo Takao, solo es una broma. Además tienes muchas cosas por hacer en vez de soltar bufidos en mi cocina.

- ¿Cosas?

- ¡Claro! Tienes que arreglar todo para que vengan tus amigos.

Una pequeña sonrisa interrumpió aquella conversación - ¡Pero no será necesario! Si Takao no tiene amigos...

-¡Kazumi!

Un gritó se escuchó por toda la casa mientras la pequeña era perseguida por su hermano que estaba "enojado", todo esto bajo la atenta y risueña sonrisa de su madre. A pesar de que la pequeña adoraba molestar a su hermano, sabía del gran cariño que le tenía al mayor. Terminó de preparar el desayuno con la melodía de la risas de sus retoños de fondo.

Salvando tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora