ESPECIAL NAVIDEÑO MIDOTAKA

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El siguiente capítulo está ambientado en el futuro de la línea temporal original, es decir, tiempo después de que los chicos regresen al presente.

* Campanazo ... Campanazo ... Campanazo*

"Hogar, dulce hogar" fue lo que pensó mientras ponía el código de la puerta de su casa. Entró a paso pesado, el viaje que normalmente le toma unos 30 minutos, se convirtió en un viaje de 1 hora y media, todo debido al tráfico que se generó por personas que iban a ver a sus familias o por ir a comprar regalos a última hora. Dejó su mochila en uno de los sillones y se dirigió a la cocina para tomar un vaso de agua, mientras tomaba agua leyó la nota pegada en el refrigerador, sus padres volvían a estar de guardia en el hospital así que no llegarían a casa esa noche y que la cena estaba lista en el horno.

Cada año pasaba lo mismo, ya no se sorprendía, puede que cuando era un niño se molestara un poco por la falta de sus padres en ese día tan importante, pero mientras crecía se dio cuenta de las responsabilidades que tenían sus padres, así que desistió y respeto su trabajo. Además, para la familia Midorima, las festividades no eran más que un día común y corriente para ellos, razón por la cual, seguramente, eran la única casa del vecindario que no tuviera ni una decoración acorde a la celebración.

Y ese fue el motivo por el cual Takao estaba actuando más raro de lo normal. Días previos, Takao había ido a su casa para estudiar y hacer que Midorima lo ayudara con sus tareas, pero su cara cambió completamente cuando no vio ni un solo adorno navideño en su casa. Los planes de ese día cambiaron rotundamente, en vez de estudiar, Takao le estuvo explicando la importancia de decorar y dar vida a una casa con adornos y luces artificiales, Midorima realmente no estaba interesado en esas cosas pero lo dejó hablar todo el rato porque los ojos de Takao brillaban emocionados cuando hablaba y aunque lo negara, le gustaba ver ese brillo.

Al final del día, Midorima había visto docenas de páginas con adornos navideños mientras Takao copiaba las tareas que no había hecho. Takao también le había dicho que lo iba a ayudar a decorar su casa, pero ya habían pasado varios días de ello y no habían vuelto a tocar el tema; así que, dio por hecho que eso no iba a ocurrir, aunque por dentro ya se había hecho ciertas esperanzas al respecto.

Dejó el vaso en el lavavajillas y revisó su celular, tenía mensajes de los grupos de estudios de su escuela donde se leía: "Feliz Navidad" o cosas por el estilo, pero no tenía ningún mensaje de la persona que esperaba, aquella persona que le bombardeaba con cientos de mensajes diariamente, y a los que se había acostumbrado tanto que había llegado al punto de extrañarlos.

Mientras esperaba esperanzado algún mensaje de Takao, el aviso de batería baja se hizo presente, así que obligándose a moverse conectó su celular al cargador, cuando pasos se escucharon bajando las escaleras.

-Nii-san, bienvenido a casa. Me voy. Feliz Navidad - la peliverde saludó a su hermano mientras pasaba por su lado cargando una gran caja de regalo.

-¿A dónde vas? - preguntó Midorima intrigado.

-A la casa de Fuji-kun, nos quedaremos a dormir creo que le dicen pijamada o algo así - respondió su hermana mientras se colocaba su mochila.

-¿Y esa caja?

-El regalo - Midorima Shizuka miró a su hermano mayor - ¿Takao-san no vendrá hoy?

-No. Debe estar celebrando con su familia - miró de reojo su celular involuntariamente.

-Deberías mandarle un mensaje diciendo que lo extrañas - dijo sonriendo ladinamente.

-Yo no lo extraño - Midorima acomodó sus lentes.

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