Salvando tu destino

ESPECIAL AÑO NUEVO KAGAKURO

El siguiente capítulo está ambientado en el futuro de la línea temporal original, es decir, tiempo después de que los chicos regresen al presente.

- Adiós, Kagami-kun.

La llamada terminó, miró el nombre escrito en el celular y con un suspiro dejó el aparato en su escritorio para luego continuar mirando a través de su ventana. Kagami había viajado unos meses antes a Estados Unidos para visitar a su familia y de paso acompañar a su papá porque este había estado enfermo.

Kuroko hubiese querido pasar las festividades junto a su luz, pero por ciertos inconvenientes Kagami no podría viajar para esas fechas, pero nunca dijo nada sobre la ligera decepción que tenía para así no preocupar a su novio. Lo único que lo reconfortaba era el hecho de que se llamaban diariamente pero la diferencia horaria de 14 horas pesaba bastante, que había veces que Kagami estaba tan cansado que se quedaba dormido en plena llamada, y Kuroko no podía negar que algunas veces se durmió con aquello para simular que Kagami estaba a su lado.

El peliceleste miraba las calles decoradas a través de su ventana, las calles iluminadas y algunas personas que todavía seguían en las calles. Hubiese continuado en esa posición si no fuera porque su abuela lo había llamado desde la planta baja.

- Obaasan, ¿me llamaste? - preguntó Kuroko mientras entraba en la cocina.

- Tete, me olvidé comprar arroz. ¿Puedes ir a la tienda y comprarlo? - preguntó la mujer mientras miraba un recetario.

- Obaasan, ¿estás intentando cocinar?

- ¿Algún problema, Tete? - Kuroko sintió la mirada que su abuela le estaba dando así que solo negó con la cabeza - Bien, ahora ve a la tienda.

Kuroko asintió y salió de casa en búsqueda del arroz de su abuela. Mientras caminaba a paso lento por las calles, pudo ver a parejas tomadas de la mano sonriéndose felices, aquella imagen causó un vuelco en su corazón. Extrañaba al pelirrojo. Mucho. Pero él debe estar disfrutando con su familia y no quiere interrumpir. Así que estaba bien, todo está bien, ¿no?

Sin darse cuenta, llega a la tienda e ingresa para ir directamente a la sección de los arroces. Quería comprar lo que necesitaba y regresar lo más pronto a casa, no quería seguir viendo parejas felices cuando él se sentía egoístamente solo.

Eligió el primer arroz que vió y fue a la caja para hacer el pago. Puede que sea por festividades y por las compras a última hora que las colas para pagar estaban más largas de lo normal. Sin más remedio, hizo su cola correspondientemente, pero las personas que llegaban detrás de él, simplemente no lo veían y pasaban delante de él.

La cola continuó su curso, y Kuroko aun seguía esperando su turno sin ser visto, en esos momentos sentía como si hubiese vuelto a antes de conocer a Kagami, a pasar completamente desapercibido. El pelirrojo había cambiado su mundo, no tenía dudas de ello, y una sonrisa triste apareció en su rostro tras ese pensamiento.

La chica de la caja registradora exhaló cuando vió que no quedaba nadie en la cola, las últimas horas habían sido agotadoras, necesitaba un descanso así que cerró sus ojos hasta que llegara la siguiente tanda de personas. Cuando estaba entrando en el punto máximo de relajación, una voz sale de la nada haciendo que casi se caiga del asiento.

- Buenas noches - Kuroko miró indiferente a la chica que por poco cae el piso - ¿Puedo pagar?

- T-tú, ¿de donde saliste? - preguntó un poco asustada.

- He estado aquí todo este tiempo - respondió el peliceleste mientras dejaba el paquete de arroz encima del mostrador.

La chica lo miró por unos segundos y se cuestionó cómo no había logrado verlo si literalmente había estado enfrente suyo. Después de eso, solo tomó el producto, lo pasó por la máquina y le dijo el precio. Kuroko sacó el dinero, pagó y agarró la bolsa, para dirigirse hacia la salida del lugar.