19 Demonio

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—Se mía.

Lo repetía una y otra vez mientras me besaba. Percibía su sabor a Whisky y su agradable perfume varonil mezclado con un ligero aroma a cigarro rastros de alguien más. Delineaba con su pulgar mi cintura provocando descargas eléctricas en mi cuerpo logrando que desee más de su toque sutil y delicado. Las miradas asesinas que le lanza al chófer del taxi cada que nos miraba por el retrovisor me encendían cada vez más ¿estoy enferma? Al verme fijamente su mirada se tornaba dulce e intensa haciéndome decir "si" o simplemente asentir  cada vez que me llama "suya" "cariño" o "me gustas" su voz se volvía melosa. Es asombrso.

Su mirada suplicante cada que decía "renuncia" me convencía cada vez más que él me quería en su vida y yo desea formar parte temporalmente. Odiaba el trabajo en el bar sin embargo agradecía haber llegado ahí porque pude conocer a este demonio que me estremece como ninguno otro. Me tiene de rodillas.

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Es hora de despertar desde la tarde que sali de casa no he vuelto, aunque quiero dormir un poco más con él...Me remuevo un poco las sabanas huelen a él despacio abro mis ojos notando que no esta a mi lado ¿qué mierda? No aprendo. ¿Cuando será el día que este a mi lado?

— ¿Te sientes mal?— Su voz borra aquellos pensamientos él realmente sigue aquí, esta recargado en el marco de la puerta con una toalla enrollada en la cintura, su cabello gotea y su mirada es de confusión. Por inercia corro a abrazarlo.— Definitivamente te sientes mal. ¿Quieres darte un baño? Te veo en la cocina preparare algo para desayunar toma tu tiempo.

Me alejo despacio de él no debí a ver reaccionado así, Meliodas me da un abrazo por la espalda apesar de ser más bajo siento que encajo a la perfección con él.

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Elizabeth se acerco a la cocina donde habían unos hot cakes con una  variedad de frutas picadas, Meliodas servia una taza de té.

—¿También bebes té?

— ¿Tienes café? — Él ensacho una sonrisa y nego.

—¿cuantos años tienes?

— Pronto cumpliré 23.

— Ten— La albina dejo escapar una pequeña risa al ver el contenido de la taza— Bebe leche estas en desarrollo. La nicotina y cafeína no son buenas. Debes cuidar más tu salud.— Elizabeth asintió mientras sostenia la taza.

—¿Recuerdas lo que hiciste ayer?

— No del todo, recuerdo que subí a un taxi para verme contigo después no recuerdo nada hasta que platicamos en el balcón ¿hice algo?— Elizabeth alzo su rostro, Meliodas percibió algo diferente en su mirada. Cuando lo abrazoesta mañana su mirada era suave y calida ahora se tornaba ese azul frío e indiferente que la caracteriza.

— No. Solo tenía curiosidad. Cuando bebas así avísame no te expongas.

— Si tienes razón.

Ambos se sumergieron un un silencio incomodo como los que solian tener al principio, no se miraban pareciera que el ambiente romántico de la noche se había esfumado como la borrachera del rubio.

Escucharon un celular sonar, Elizabeth pidió una disculpa y se alejo para responder.

— Dime

—《 Te veo a las 6pm en el parque, ya sabes cual》

—¿Qué te hace pensar que iré?

—《Necesitamos hablar, es importante》

— Bien.

Vuelveme Locx.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora