32 Pulsera.

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—Alejate de mi hombre— Elizabeth se tambaleaba, Meliodas la sostenia de un brazo.

— Tranquila, cariño, es hora de dormir— Merlin abrio la puerta de atrás para que Elizabeth entrará. Elizabeth miro desconcertada a Meliodas.

— Merlin vete atrás, ella se va adelante— Elizabeth sonrio victoriosa sacando la lengua, Merlin contenía su risa ¿de donde habia salido esta mujer tan graciosa? Y ¿por qué Meliodas le aguantaba todo esto?

Manejaba en silencio el rubio, la albina por fin se había vuelto a dormir y Melin vio la oportunidad para entablar una conversación.

—¿ De donde salió esta niña?

— Es amiga de Zeldris.

— Ya veo, deberia presentarme cuando este sobria. Es muy atractiva.

— No te quiero cerca de ella.

— Te mueves rápido ¿verdad?— La sonrisa maliciosa de Merlin hizo que Meliodas rodara los ojos, debió pedirle a Melascula que lo acompañara.— Siempre eliges mujeres lindas y ella no es la excepción.— Meliodas miro de reojo a Elizabeth que se movía un poco y fruncia el ceño. —¿Ella es?

— Si.— su voz se suaviso al hablar de ella.— Quiero hacer las cosas bien esta vez.

— Eso dijiste hace un tiempo y te follaste a su mejor amiga.

Meliodas se perdió un instante en las palabras de la azabache. Acaricio la mano pálida de Elizabeth, ella lo atrapo sin proponerlo, no mentia en sus palabras ella hace que él no tenga ganas de ir hacia otra dirección. Deseaba compartir sus planes donde había un boleto en primera fila para ella.

— Merlín ¿qué debo hacer para que ella se quede a mi lado?

— Para empezar dejar la puteria. Voy a extrañarte pero también quiero verte feliz.

— Si abro mi corazón para que pases majestuosa ¿Te quedarás?— acaricio su flequillo blanco haciéndola que abriera poco a poco sus ojos adormilados— No solo te metas en mi cama entra en mi vida

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— Si abro mi corazón para que pases majestuosa ¿Te quedarás?— acaricio su flequillo blanco haciéndola que abriera poco a poco sus ojos adormilados— No solo te metas en mi cama entra en mi vida.

— También quiero que entres en mi vida— surruro volviendo a cerrar sus ojos.

— Ya no te duermas, llegamos a casa.— Ella abrio una vez más sus ojos asintio abriendo la puerta del carro. Meliodas se apresuro para ayudarla.

— Cargame— Elizabeth extendio sus brazos, Meliodas estaba por cargarla de modo nupcial y ella nego.— En tu espalda cargame.

Accedio cargandola como deseaba— ¿Te divertiste?

— Mucho, mi padre preparo Lasaña para Zeldris bebimos con los vecinos y después nos fuimos al bar, le regalaron 2 jarras de cerveza al cumpleañero. Debiste ver como Zeldris cantaba en el karaoke.— Meliodas rio por la nariz ella susurra contra su oido con un tono muy alegre.— Después Jenna se subió a una mesa a bailar corrí iba a bajarla de la mesa pero otros chicos comenzaron hacer lo mismo. Fue muy divertido.

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