Vuelveme Locx.

37 La mitad.

Un día antes.

Un grupo de médicos se concentraban para festejar el cumpleaños de una particular médica.

— Gracias por acompañarme a festejar mis 28 años— Sonrio emocionada mientras rrecibia aplausos.

— Gracias por acompañarme a festejar mi puteria— susurro burlesca en el oído de Meliodas una pelirosa recibiendo un codazo del rubio.

— Callate y sonríe. Nos vamos en una hora ¿Pediste el pastel y la carlota de dulce de leche?

— Por supuesto ¿crees que sigo a tu lado por mi hermoso rostro o por mi eficacia?

— Sigues conmigo porque nadie te soporta; demasiado coqueta, descarada y revoltosa.

— No te quejas cuando tapo tus estupideces. Una pregunta ¿Por qué te voy acompañar?

— Eres el chófer responsable.— dijo dándole un sorbo a su copa.

— Yo creo que eres demasiado sin vergüenza y no sabrás como abordar la situación, conocer el padre de una delicada dama no es lo tuyo. Por eso llevas a Melascula por esa facilidad de leer el ambiente y sacarte de apuros.— Dijo Mael saliendo la nada atrás de Melascula, asintiendo la mencionada.

—En pocas palabras para que no la cages.— Dijo Merlin acomodando el cabello del rubio.

Melascula estallo en risas siendo el centro de atención, Deldry la miro de mala manera.

— Sirvanle vino a la cumpleañera tiene cara de amargada.— Grito energética sacando risas de los invitados, Deldry hizo una mueca de desagrado. Entre  Melascula y Deldry podían notarse las chispas.

—Eres una cabrona.— Merlin sonrió cómplice a la pelirosa.

— Ella no me agrada.

—Ni a ella le agradas.— expreso irónico Mael observando a la festejada alzando su copa.

—¿Ustedes como saben de la cena familiar?— Cuestionó Meliodas fastiado observando al trio que tenia enfrente.

— Melascula me pidió que encargará un pastel y una carlota en la cafetería de tu madre. Pero sí yo llamaba tu mamá no me cobraria así que le pedí el favor a una amiga.— Mael alzo los hombros restando importancia, Melascula y Meliodas casi se ahogan con el vino, ambos dedujeron que la "amiga" era la anfitriona de la cena.

—¿Y tu?

— Estaba con Mael cuando llego Melascula y chisme es chisme.

Meliodas rodo los ojos, él quería mantener en secreto la cena familiar y no por negar a Elizabeth sino por inseguridad. Su vista se fijo en aquel albino que reía con las féminas. Si algo tenia que reconocer del contrario es su elegancia y carisma, él es un viajero en busca de un amor tan desenfrenado y eufórico que lo hga enloquece, lamentablemente su viaje no ha tenido éxito aunque reconocía que podria ser el príncipe que cualquier mujer sueña desea. Sin embargo aquella mujer de cabellos blancos lo había elegido. Sonrió con cariño al darse cuenta de lo afortunado que era al tenerla a su lado.

En el transcurso de la velada Melascula comenzó a notar que Meliodas poco a poco bebia más con los demás médicos no sabia si lo hacía por convivir con ellos o por gusto. Miro su reloj ya eran las 9 pm la cena ya había comenzado y ellos seguian con Deldry.

—Meliodas ya se nos hizo tarde— surruro en el oído de Meliodas abrazándolo por la espalda, los demás fingieron toser y se alejaron. Los coqueteos imparables de la femina siempre ahuyentaban a los demás.

— Lo se ya casi nos vamos, mi padre me llamo y me pidió que fuera amigable con ciertas personas.— surruro fingiendo una  sonrisa hacia los demás.