- Esa mujer que vuelve loco nunca se que piensa, dos minutos quiere cariños y todo el día me odia y siempre esta con esa cara apática.
El rubio se quejaba mientras sus amigos se carcajadan.
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- Si tanto me detestas lárgate.
Grito his...
En un bar brindaban por el cumpleaños de una albina que se reía por lo animados que estaban sus excompañeros de la facultad de medicina apesar que había abandonado la universidad se reunieron para festejarla.
— Más más más más más más mas— Gritaban exaltados a un pelinegro que bebia cerveza de una manguera, si lograba beberla sin caer o desmayar les darian dos rondas gratis. Enviaron a su mejor soldado esperando la victoria.
— Tu puedes Zeldris, vamos. — Grito energética una rubia de baja estatura, Elizabeth asintió esperando que su amigo lo lograra.
—Ahhhhh— grito Zeldris después de beber todo el contenido de cerveza, el gerente y dueño del bar rieron esperando que el chico cayera al suelo, al ver que no caí el pelinegro le hicieron una seña a los meseros para que les dieran las rondas.
—¡¡Vamos a beber más!!— Grito contenta Jenna abrazando a Elizabeth.
— Jen mi espacio.— Elizabeth surruro tratando de alejar a la chica sin embargo apareció otro pegajoso pelinegro para abrazarla.— Zel mi espacio. — Si algo tenia que destacar del duo dinámico a su lado era "la falta de espacio personal" constantemente peleaba con ellos por esa situación.
— Voy a morir de congestión alcohólica.— Zeldris solto a Elizabeth para servirle más cerveza.— Este lugar es muy bueno, debemos venir más seguido.
— Si, Elizabeth entendemos que debes trabajar pero tu padre siempre dice que hagas espacio para tus amigos.— Hizo un tierno puchero Jenna, Elizabeth rodo los ojos para evitar el contacto visual con esa pequeña tramposa.— Hey poste de luz te estoy hablando.— Jenna tomo de los hombros a Elizabeth.
Zeldris comenzo a reirse por las ocurrencias de Jenna. La noche pasaba los jóvenes bebían, uno por uno caían alcoholizados, Elizabeth seguía bebiendo con Jenna y Zeldris.
— Feliz cumpleaños, Elizabeth— su voz amoroso y meloso hizo reír a la mencionada, Jenna era tierna y usaba eso para hacer reír a su amiga.— ¿Que se siente cumplir 21años?
— Nada.
— ¿Como nada?— Zeldris frunció el ceño.
— No es como si fuera un buen día.— Elizabeth contemplabo su cigarro, recordando aquellos días con su progenitora tan tristes y vacíos, ella no había festejado algún cumpleaños con su madre, los pocos festejados eran por su padre y hermanas y ahora el par de locos que tiene a su lado. Con ellos podia sentir la calidez y amor familiar.
— No se quien te hizo creer que no es un buen dia, para nosotros es un buen día y nos da gusto que quieras compartirlo con nosotros. — Jenna se balanceo contra la albina sacandole una linda sonrisa.
— Quita tu cara de culo y bailemos, esta noche será eterna y la recordaremos siempre.—Zeldris volvió a servir cerveza para Elizabeth.
— Eso dijiste cuando fue tu cumpleaños y aún me duele la cadera.— Elizabeth refuñaba mientras el pelinegro se moria de la risa recordando como en un intento de subir las escaleras del edificio de Elizabeth, ella y Zeldris se resbalaron y rodaron por las escaleras, dándole un susto a Bartra que sostenia a Jenna para no caerse, mientras los heridos se reían por su estupidez. Elizabeth aún se sentía adolorida por el golpe.
— Niegame que nos divertimos mucho.— Zeldris dio un sorbo a su cerveza.
— Bueno si pero no volverá a pasar esta noche.
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Después de unas horas las palabras de Elizabeth se fueron a la basura, apenas podía caminar sin sostenerse de la pared estaban cerca de llegar a un hotel para pasar la noche. Zeldris abrazaba por los hombros a Jenna cantaban "feliz cumpleaños" y gritaban el nombre de la festejada mientras ella gritaba "salud". En algún punto de su trayecto Zeldris iba en medio de las féminas cantando, Elizabeth en algun punto comenzo a llorar recordando a su progenitora le dolia su abandono porque en el fondo le hubise gustando sentirse querida por ella.
— Pero que tenemos aquí.— Dijo un oficial viendo de pies a cabeza al trio de borrachos. — Chicos alterando el orden público.
—No estamos haciendo nada mal— Hablo entre cortado por el alcohol en su sistema el pelinegro.
— Y borrachos veamos como nos vamos divertir— dijo el policía entre risas observando a las chicas de forma lasciva.
—Hey imbécil ¿a donde estas mirando?— Elizabeth estaba malhumorada poniendo detrás de ella a Jenna.
—Tenemos un problema con unos jóvenes en estado de ebriedad en la calle Camelot a la altura del parque de las hadas.
Elizabeth miro de reojo a Zeldris no necesitaron decir algo con sus miradas se entendían. Zeldris se puso frente a ellas viendo como el oficial hablaba por su radio sin quitar la vista de las piernas de las féminas.
—Tendrán que acompañarme.— Antes que se cercana más a ellas, Zeldris le dio un rodillazo al hombre empujándolo.
— ¡¡¡Corran!!!!— Zeldris sujeto fuerte la mano de Elizabeth quien se aferro a Jenna, corrieron lo más rápido que pudieron sabían que se habían metido en un lío pero debía escapar por seguridad de las chicas aquel hombre no les dio confianza.
Se alejaron de su destino, el hotel que estaba pasando el parque, después de correr lo suficiente de detuvieron en callejón donde Jenna vomito todo el alcohol que había ingerido, Elizabeth daba palmadas en su espada mientras Zeldris vigilaba.
— Dijiste que tienes un hermano porque no lo llamas—Elizabeth busco en su abrigo algún cigarrillo sin éxito.
— No esta en la ciudad. Pero puedo llamar a Melascula quizá pueda ....
— No, esa mujer no me agrada— Jenna frunció el ceño cruzándose de brazos. — Llamare a Zaneri.
Elizabeth salio de callejón para ubicarse y sonrio buscando transmitir su tranquilidad.
— Hay un hotel cerca de aquí podemos ir.
— Me da gusto que conozcas hoteles— Jenna alzo sus cejas picara mientras Zeldris asintió.— Vayamos al hotel y pidamos unas cervezas creo que ya estoy sobria.
— Todos estamos sobrios del susto.
El trio de jóvenes asintieron y caminaron sigilosos al hotel, una vez que llegaron a la habitación se sentaron en el suelo brindando por una nueva aventura, Elizabeth no paraba de reírse, sabia que esta noche la guardaría en un rincón de su corazón.