43 Fiel.

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Un pelinegro se removia entre sus sabanas blancas aspirando la dulce fragancia de la chica que dormia a su lado, llevo su mano al suave de Jenna. Se puso de pie poniéndose su bóxer y una camiseta se acerco a la ventana prendiendo un cigarrillo, escucho su celular sonar, embozo una sonrisa.

— ¿si?

—¿Como estas?— aquella dulce voz acelero su corazón.

—Bien, Mela gracias por preguntar. ¿Trabajabas?

— Si pero mañana no ¿por qué no vamos por unos tragos?

—Mañana tengo escuela y hospital así que no puedo, gracias.

—Bien, ten buen día.— No permitió que él dijera algo inmediatamente terminó la llamada, Zelris se froto la sien no podia quejarse ella siempre fue así.

Aun recordaba aquel caluroso verano que la conoció, desde que la vio sabia que seria un problema, disfrutaba conversar con ella cada que la encontraba, le agradaba su seductora voz y sus ojos apasionados, la seguridad que proyectaba al hablar ¡ella era fantástica! sin embargo se sentía como un adolescente estupido fantaseando con una mujer mayor era un dolor de cabeza para él. Una noche algo cambio entre sus fantasías Zeldris estaba por cumplir 18 años Melascula estaba de visita en la casa de los Demon, la razón Meliodas la había llevado a comer aunque las coquetas sonrisas no paraban hacia él en un momento mientras caminaba por el jardín ella apareció conversaron como de costumbre lo hacían hasta que ella le surruro al oido "búscame cuando seas mayor tengo tanto que enseñarte" y se alejo dejando un chico hormonal confundido.

Al ingresar a la universidad Zeldris comenzo a salir de vez en cuando a beber con algunos compañeros, una noche fria en un bar coincidió con Melascula, ella besaba a una chica la cual boto en cuanto vio al azabache. Aquellos  sutiles coquetos de la femina cambiaron "quiero acostarme contigo" surruro contra el oído de Zeldris sacándolo de aquel bar.

—Relajate, hare que tu primera vez sea asombrosa.

Se dejo envolver en la experiencia de aquella chica intentar seguirle el paso y complacerla, desperto en aquel cuarto de hotel solo sintiéndose una mierda, al ver tenia una pequeña nota.

"Me solicitan en el hospital, llámame y veamonos de nuevo.

Quizás no estuvo tan mal, por algo ella dijo que se verían de nuevo, después de aquella vez comenzó a leer y buscar información sobre sexo, incluso con vergüenza le pidió consejos a Jenna y Elizabeth, quienes después de reírse trataron de aportar su poca experiencia, el día de ver a Melascula no llego. Después de eso comenzó a salir con Diane lo cual no salio tan bien "tu experiencia no se compara con la de tu hermano" aquellas palabras destruyeron su orgullo sin embargo aquella peligrosa mujer volvió aparecer en su vida, Melascula creó un caos en su cabeza.

—Es lo más estúpido que he escuchado, no te preocupes por ello.— aquella noche Zeldris beso cada rincón del cuerpo de Melascula, noto como su cuerpo se estremeció con su tacto, beso y paso su lengua por aquello tatuajes en su cuerpo; aquella serpiente que baja entre sus senos, aquel símbolo del "mandamiento de la fe" en su espalda y por si fuera poco aquel símbolo de las diosas en sus costillas.

Los días pasaban Zeldris cada día sentia calidez en su pecho por aquella mujer hicieron dos años juntos en los que rieron, lloraron, gritaron, se destruyeron para volver a construirse.

—Debemos parar, esto no puede continuar así.—Melascula se colocaba su ropa sin mirar a Zeldris que estaba aturdido por aquellas palabras.

—Melascula yo te...—la mencionada coloco sus dedos en la boca.

—Ahí esta el problema yo no Zel, nos vemos.— Salió de la recamara, las piernas de Zeldris se quedaron paralizadas no entendía ¿porque llegaron a ese punto ?

Vuelveme Locx.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora