Emisor: el departamento de recursos humanos de R.M. Courier Of Marketing. El resumen del contenido: habían visto mi perfil profesional en varias aplicaciones de índole laboral y estaban realmente interesados en entrevistarme para trabajar con ellos, en Nueva York. Claro, lo que vosotros no sabéis es lo que eso significa, joder, parece que un ángel me hizo pis encima y Dios intenta que lo perdone por no lograr que sus servidores empíreos controlen sus esfínteres.
R.M. Courier Of Marketing y Life Publicity son... ¿Cómo explicarlo? Ahhh sí, el F.C Barcelona y el Real Madrid en el sector de la publicidad y marketing. Si estás en este mundo tu admiración se decanta por uno, en mi caso corazón blanco hasta que te das cuenta de cómo echan a los más fieles del equipo por la puerta de atrás, es entonces cuando tu lealtad puede cambiar de forma forzada. Y por supuesto que había más equipos importantes en esa liga, pero ellos rozaban cierta enemistad otorgándole cierta emoción a la partida. Les escribí rápidamente, sin pensarlo mucho, para concretar una fecha. Igual tenía que adelantar mi vuelo. Comencé a dar saltos sobre el colchón, debía contárselo a Nacho, él estaba muy pendiente de mi futuro y mi intención es que se ilusionara aunque fuera una cuarta parte de lo que lo hacía yo. Sin embargo, era mejor esperar a la entrevista para no aventurar nada, que luego pudiera caer en desgracia.
Claro que Alan también se coló en mis pensamientos, seguro que me hubiera cogido en brazos para girar conmigo encima hasta acabar mareados buscando su dosis de adrenalina diaria. Me encantaría compartir mi felicidad con él, tal como él hizo conmigo pero la prioridad era no dañarle más, es injusto que sea así, sin embargo, necesario. Le marqué a Bea para explicarle la nueva oportunidad y de manera muy predecible me pidió vernos y salir a celebrarlo. Aunque sólo fuera una posibilidad no perdía la esperanza, así que acepté. Lo que no acepté fue ir a una discoteca. Primero, no me arriesgaría a encontrármelo en un ambiente recurrente para él y segundo, no me arriesgaría a encontrármelo con otras en un ambiente recurrente para él. Al regresar en taxi del bar donde habíamos tomado algo, vi por la ventanilla a un hombre, que apenas se sostenía en pie saliendo de un local.
–¡Joder! ¿Ese no es...? ¡Pare! –le ordené al conductor.
–¿Quién? –me preguntó Bea con absoluta curiosidad en su tono.
–Nadie, espérame aquí. Lo siento, ahora mismo vuelvo.
Me acerqué a aquella persona que se tambaleaba más que la Bolsa de valores. Estaba casi segura de que era él.
–¿Estás bien? –solté de repente.
–Sí... gracias –arrastraba demasiado las palabras, entonces se giró hacia mí– debo estar realmente borracho si ya se me representa hasta mi mayor pesadilla –rio.
–Arturo, no me estás imaginando.
–¿Eres de verdad? –el dedo índice de su mano comenzó a impactar contra mi brazo insistentemente– lo eres –confirmó no muy contento.
–Lo soy.
–¿Y dime, Carolina, cómo te sientes al ser la culpable de todo? –su voz ahora sonaba segura y hasta severa.
–¿Cómo? ¿Te recuerdo que vuestros chanchullos me salpicaron a mí? Yo soy la perjudicada en la película.
–Si hubieras cogido esa maldita carta de recomendación y te hubieras callado...
–Tú tienes derecho a enfadarte y a hacer lo que te apetezca, pues yo también, jefe.
–No puedo entender que estés aquí tan tranquila, mientras todo se va a la mierda y tú eres la responsable.
–¿De qué coño hablas, Arturo?
–Qué fácil es desentenderse cuando los problemas ya no te implican a ti ¿no? Reabres heridas y disputas, que aunque no estaban cerradas ni olvidadas, por lo menos yacían cubiertas; y tienes el valor de mirar a los ojos.
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Lo Inesperado
Genç KurguCarolina es una joven de 25 años, decidida y con una personalidad arrolladora. Desde la adolescencia no se sintió identificada con los chicos de su edad, lo que hizo de ella una persona independiente, con pocas amistades y sin pareja. Su vida gira e...