009. Volví...

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Esa noche, el joven Naoto le explicó todo lo necesario a su compañera y nueva amiga.

Ambos a veces se salían del tema principal mientras contaban cosas tontas o graciosas para no repetir cosas tristes del pasado.

Incluso el joven ya sentía una extraña conexión con aquella muchacha. Lo hacía reír con sus tontas bromas, algo que prácticamente nadie hacía.

También le permitía que se burlara de él, era como si ni siquiera le importase. Sólo era capaz de perderse en su bonita sonrisa.

—entiendo todo ahora...—miró al ya consciente Takemichi.— supongo que estamos listos para volver...el poste andante estará sumamente feliz de verme. —sonrió con orgullo—

—¿poste andante? —preguntó confundido el de ojos grises—

—así le dice a Draken —respondió Michi mientras jugaba con sus dedos—

—oh, vaya —Naoto se levantó, dejando de lado el tema del apodo, y tendió ambas manos hacia los chicos en frente suyo— ¿están listos?

La castaña dejó de sonreír y se levantó también. Tomó una bocanada de aire, y exhaló lentamente.
—estoy lista. Lista para salvar a todos...principalmente a Draken y Hina.

El recordar las palabras del pelinegro, que aquel rubio tan gruñón al que le había tomado tanto cariño, había muerto...

—no. No permitiré que eso se repita. Draken no va a morir porque yo lo digo. Él vivirá. Además...—ese tonto tiene toda una vida por delante...—sonrió ella—

—así es. —suspiró Naoto— vuelvan en una pieza los dos, ¿si? —ambos jóvenes asintieron—

—espérame aquí, Naoto, según escuché no tienes novia. —sonrió con picardía la joven—

—b-bueno...—su rostro se volvió rojo, pero con rapidez negó, y apretó las manos de ambos jóvenes—

—no cambies, Yami, tú y tus bromas raras...

Las palabras de Takemichi se hicieron lejanas y la oscuridad cegó a la muchacha.

✡︎

Al despertar se encontraba en el mismo lugar. Frente al altar de Kohaku, pero como despertó en el suelo, supuso que todo aquel tiempo lo había pasado dormida.

—¿como será que habré vuelto al futuro-presente sin estrechar la mano con Naoto...? Sin embargo, ahora sí funcionó el apretón...—se rascó la cabeza, pensativa— quizás si fue debido al sueño y mi supuesta locura. —sin esfuerzo se levantó y se dió cuenta que ya era de noche— al menos esta vez si recuerdo todo. Debo buscar a Takemichi...

Al meterse a bañar, no pudo evitar sentir un escalofrío. El agua caliente que bajaba por su cuerpo la refrescó, y llenó de una bonita sensación.

Parecía que no hubiera tomado una ducha en años.

—se sintió increíble...—al terminar con su aseo, se cambió por una ropa cómoda, y se recogió el pelo con una coleta alta—

No tenía intenciones de hacer nada, tampoco tenía sueño, por lo que se dispuso a encender la televisión de su habitación.

—¿hmm? —su teléfono comenzó a vibrar— número desconocido...quizás sea algo importante. —sin interés tomó la llamada— ¿si?

—¿hablo con la babosa del grupo? —aquella voz le dió un escalofrío—

—Draken...—dijo, tratando de ocultar la alegría que sentía de escuchar su voz— ¿qué quiere el señor edificio?

—¿estás ocupada? —cuestionó algo serio—

𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora