𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒

022. El Festival I

—hey! ¿Que no es ese mi rubio favorito? —luego de hacer todo un estruendo al estacionarse, bajó del vehículo con una sonrisa, dejando a Draken con cara de espanto—

—hola Yami —Michi la saludó con normalidad. Estaba feliz de verla— hola Draken.

El joven de trenza no respondió, sólo se bajó lentamente.

—¿qué lo ocurre? —el ojiazul se acercó a la chica y se colocó una mano cercana a su boca para reducir su voz—

—ay, no le hagas caso —la castaña se cruzó de brazos con una mueca de desinterés— es todo un dramático y exagerado.

—¿yo? ¿Dramático y exagerado? —caminó hacia ella con aire amenazante. La chica solo reía en su interior mientras el de ojos oceánicos comenzaba a retroceder—

-en serio ella no le teme —se ocultó detrás de su amiga—

—¡dile a Takemichi quien fue la que se saltó todas las rojas de caminó aquí! ¡Además ibas por encima de la velocidad permitida! —el de tatuaje le exclamó, llamado la atención de los que pasaban cerca de
ellos—

—ay cielos, cariño, cálmate, se te va a subir la presión. —dándole un golpecito en la nariz, tomó al menor del cuello de la camisa y lo arrastró consigo—

—tsk, mujeres —bufó el de trenza, siguiendo a su amiga—

Se dirigieron juntos a la escalera principal, por donde venían casi todos.
Allí estuvieron un buen rato conversando y demás hasta que por fin llegaron sus dos amigas.

Emma y Hina venían juntas.
Sus kimonos eran parecidos al igual que sus peinados, la verdad se veían muy hermosas incluso ante los ojos de Ayame.

—Ay no...

—vaya, sus vestidos se parecen, chicas —Takemichi miró la vestimenta de la castaña y luego la de Emma repetidas veces—

—y-yo, lo lamento mucho Yami, no sabía...—la rubia se apresuró a disculparse—

—dulzura, —comenzó la ojiverde— no te preocupes por eso, es divertido vestir igual, y más aún cuando no fue planeado —una mueca a modo de sonrisa se dibujó en su rostro. A Emma se le iluminó la mirada y abrazó de golpe a la castaña—

—gracias, te adoro —lloriqueó—

—jaj, yo más —le dió algunas palmaditas en la espalda—

Como era de esperarse, cuando el más alto comenzó a caminar, aburrido por la escena, Emma corrió a su lado.

Ayame vió a Hina acercarse tímidamente a Takemichi y caminar juntos, como la bonita pareja que eran.

Esta vez sonrió inconscientemente pero sus ojos picaron.

—¿Por qué...?

Sin darse cuenta se quedó de última.
Caminó lentamente mientras miraba con atención la espalda de Draken.
Recorría cada cuadro en su camisa y los ubicaba en un espacio en blanco de su mente.

—¡ese, ese! —exclamó la blonda, tirando de la mano de Kenny. Este no se movía de lugar y solo inspeccionó con la mirada lo que había llamado la atención de su compañera—

—no, si comes eso engordarás —sin más la soltó y siguió andando. La chica no lo dudó y corrió detrás suyo—

—Que cruel

La joven negó mientras observaba de reojo el puesto de comida que había mencionado Emma.

Se paró al notar que la pareja en frente de ella había detenido su paso en un puesto del juego de puntería.