—oye Takemichi, ¿ya terminaste? —preguntó Draken algo impaciente—
—eh, s-si, perdón por la demora —contestó el mencionado algo avergonzado—
Todos los miembros de la banda se dirigieron al santuario, subiendo una gran cantidad de escaleras. Luego se formaron en dos filas, para recibir a sus mayores.
Ayame caminaba tranquilamente junto a Draken y Mikey. Pero no podía negar que se sentía un poco nerviosa al tener a los otros miembros más importantes de la pandilla detrás suyo.
De solo ver sus rostros, a muchos se les ponía la piel de gallina.
—¡buenas noches, comandante! —exclamaron todos a la vez, mientras los cuatro jóvenes caminaban seguidos de los otros miembros—
Ninguno los miraba a los ojos, y ellos ni siquiera se inmutaban en devolver el saludo.
Mikey le colocó una mano en la espalda a la castaña, para que subiera a su lado unos cuantos escalones más, y así, estar a la vista de todos los presentes.
La joven obedeció, y se detuvo al lado de su comandante.
Se mantenía seria, y firme ante todos, sin embargo, los nervios la concomían.
—hace tanto que no experimentaba un sentimiento así...
El recuerdo de las Sukeban vino a su mente, haciéndola volver a su pasado, haciéndola pensar en cómo había sido su vida antes de la partida de Kohaku y de una gran parte de sus compañeras.
—el motivo de esta reunión se debe al incidente de Moebius. Si nos enfrentamos a ellos el conflicto será enorme. —habló Mikey en voz alta, con un semblante aterrador—
—¿de qué conflicto habla?
—por eso —se sentó en el suelo— quiero saber qué piensan ustedes. —el rubio apoyó la cabeza sobre su mano derecha, mientras de reojo miraba los rostros interrogantes de muchos de los miembros de su pandilla, al tener a la joven castaña a su lado—
De repente, alguien pateó a Takemichi por la espalda, haciéndolo caer al suelo.
—¡¿qué estás...?! —el joven cerró la boca al ver a dos miembros de la pandilla detrás suyo—
—¿hmmm? —uno de ellos se agachó a su lado, con la cabeza ladeada y los ojos muy abiertos, como si Takemichi hubiera dicho alguna ofensa hacia él—¿algún problema?
—tú eres Hanagaki ¿cierto? —la castaña reconoció a aquel muchacho. Era uno de los que acompañaban a Mikey cuando se encontraron por primera vez en aquel callejón—
—dicen que por tu culpa se arruinó el negocio de Kiyomasa. —el que estaba agachado acercó su rostro un poco más al del rubio, intimidándolo—
—¿cómo vas a reponer el dinero perdido? —Pah encarnó una de sus casi inexistentes cejas—
—¿qué? ¿Cual dinero? —Michi abrió los ojos de más, sin entender—
—ya detente Pah —una voz calmada y suave, habló a espaldas de los jóvenes— es culpa de Kiyomasa, por usar el nombre de la Tōman sin permiso, en su club de peleas clandestinas que realiza.
—¡¿queee?! —Pah se giró hacia el joven de pelo violeta— no soy muy listo, no entiendo nada de eso.
—¡Pah-chin es tan listo como una pulga de mar!
—Peh se levantó——¡pues si no saben entonces no se metan!
—respondió el joven de voz ya no tan calmada——oye, Pah —intervino Draken— cierra el pico.
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𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒
Fiksi Penggemar〖 ″PERDICIÓN″ 〗Acción de perder material o moralmente a alguien o algo. 𓆝𓆟𓆜𓆞𓆝𓆟𓆜𓆞 Se dice que nunca debes encariñarte con una persona al máximo, pues tarde o temprano, esta faltará. Quizás simplemente se vaya...