𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒

002. P de pasado y pérdida

3 de septiembre de 2005

Era ella, otra vez, Ayame Igarashi, la carismática chica de la que hablé antes, aunque...algo pasaba...

No se veía igual...parecía diferente...apagada y vacía...

Allí se encontraba la joven Yami, volviendo a casa después de 2 años de rehabilitación tras un suceso que marcó y jodió su vida a la edad de 12.

¿Recuerdan que su hermano Kohaku había regresado herido a casa?

Bueno, ese no sería su único problema...

Antes

Ayame se dirigía con los puños cerrados al callejón que había mencionado a su hermano antes.

Tenía los nudillos blancos por la fuerza que aplicaba a sí misma, la rabia se la quería comer viva.

No podía creer que aquella banda que desde siempre había sido tan respetada y amiga de las Sukeban, había atacado de esa manera a su hermano.

Hannes, el líder de la Bai-peh Gang, había sido uno de los mejores amigos de Ayame en la primaria.

Era mayor que ella por algunos años, y una mala influencia también, pero siempre la había protegido como a una hermana menor. Entonces, ¿cuál era el problema?

—¿Ayame? —articuló el de pelo verde algo asombrado. Sin duda no esperaba ver a la chica por allí—

—Hannes...—sonrió al ver su rostro— que bueno es verte...quería hablar contigo sobre algo...

El chico estaba asustado. Temía que aquella mujer se hubiera enterado de lo que había pasado con su hermano. Él creía que sus hombres le habían quitado la vida, pero no fue así, el valiente Kohaku había escapado —¿sobre qué quieres hablar, dulzura? —con tono coqueto se acercó a ella para calmar la tensión que había en el ambiente—

Con suma rapidez y ya teniéndolo de frente, sacó una navaja y la blandió contra la garganta del chico. Luego con la otra mano, acercó su rostro a ella desde la nuca —dime...Hanny...¿tú fuiste quien atacó a mi hermano?

Aquella sonrisa ya no era dulce o bonita, era aterradora y daba miedo. El peliverde estaba nervioso y sabía perfectamente que aquella chica no dudaría ni un segundo en cortar su cuello, todo era por su hermano, a quien envidiaba por ser el número uno en la vida de la castaña, y la persona que llenaba sin excepción cada rincón de su corazón.

—s-si...—un tartamudeo bajo salió de sus labios—

—¿por qué? —con suavidad comenzó a acariciar el cuello del chico con el arma—

—tenía mis razones...lo juro —la miró con ojos suplicantes—

—¿ah, si? ¡Genial! Pues me encantaría saber cuáles son. Porque sabiendo que somos como hermanos...
—el chico abrió los ojos de par en par— ¿cómo carajos te atreves a hacerle daño? Más te vale tener una buena excusa.

—Kohaku atacó a uno de los nuestros, ¡sabes que no que podía hacerme el de la vista gorda ante eso!
—reclamó, tratando de hacerla entrar en razón—

—¿como dices? ¿Por qué haría algo así? —con el ceño fruncido apretó el agarre en la nuca del joven—

—es algo muy estúpido la verdad...—con vergüenza miró a otro lado—

—habla.

—uno de los míos le robó la novia a tu hermano...
—tratando de aguantar la risa se mordió el labio—