028. Karma

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—ella...ella está bien...pero no puedo dejarla sola...

Al notar que la respiración de su amiga se había regularizado, fijó su mirada en el aliado más cercano que encontró.

—¡oye tú! —exclamó, llamando la atención de un chico algo peculiar físicamente—

—eh? —un joven de cabello rizado azul se giró a verlo. Su expresión parecía de enojo, pero aún así el rubio no dió marcha atrás—

—¡necesito que me hagas un favor!

El contrario golpeó a un enemigo en el rostro y se acercó a Takemichi.

—ella es Ayame Igarashi —la señaló con la mirada—

—¿la subcomandante? —el de cabello turquesa abrió de más los ojos algo sorprendido—

—así es, sufrió un desmayo, ¡necesito que cuides de ella! —se giró levemente hacia Draken— yo debo hacer algo más...¡pero por ningún motivo debes abandonarla! ¡Cuídala como si fuera tu más grande tesoro!

El gemelo ojiazul asintió y se agachó al lado de la joven. Verificó su pulso tanto en la muñeca como el cuello. Luego le quitó el cabello del rostro y la tomó en brazos, recostándola a un muro, para alejarla de la pelea.

Notó que el chico rubio que lo había llamado antes ya no estaba, por lo que solo pudo quedarse junto a la castaña, velando por ella.

A lo lejos visualizó a su hermano, y ambos cruzaron miradas.

Smiley alargó su sonrisa un poco más y se dirigió junto a su hermano, quitando a todos los tipos que podía del medio.

—¿conque la subcomandante, eh?
—se hincó al lado de ella y escaneó su neutro
rostro—
¿Acaso se desmayó?

—eso dijo el chico rubio...—se encogió de hombros—

—¿te pidió que la cuidaras? —sus labios formaron una O, y al ver asentir a su hermano sonrió de forma traviesa— entonces te cubriré las espaldas, hermanito.

Sin más se levantó y comenzó a alejar a todos de su gemelo y la castaña.

Le lanzaba miradas rápidas a ambos mencionados de vez en cuando, verificando que estuvieran bien.

En seguida que dejó a la ojiverde bajo el cuidado de alguien, Takemichi cargó a Draken en su espalda para sacarlo de aquel lugar.

Se le hacía demasiado difícil caminar. Aquel muchacho era mucho más grande que Michi, y más pesado también.

Sin embargo él sabía que no podía rendirse tan fácilmente.

Sabiendo que el de trenza seguía con vida, daría todo de sí mismo para mantenerlo a salvo; por Mikey, y por Ayame.

—vas a estar bien, Draken, te lo juro...¡no puedes rendirte! ¡Ella te necesita! —gruñó mientras sentía que su cuerpo ya no daba para más— por favor...no puedes rendirte, ¡no!

De repente varios pasos apresurados resonaron detrás del rubio.

Eran Hina y Emma.

—¡Takemichi! Acabamos de pedir una ambulancia
—la pelinaranja corrió para alcanzar a su novio—

Detrás de ella se podía ver a una llorosa Emma.

—¿cómo se encuentra Draken?
—preguntó con temor—

—tranquilas...sigue con vida —respondió entre jadeos—

—¿y Ayame? ¿En donde está ella? Se le veía muy mal
—la rubia se quitó algunos mechones de pelo del rostro—

𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora