018. Gestos de amistad

349 45 7
                                    

Debían ser alrededor de las 5 de la mañana.
El día anterior, la joven y sus amigos se habían quedado despiertos hasta muy tarde. Ya fuera contando historias de miedo, haciendo chistes, o relatando ciertas anécdotas de sus vidas.

Por las risas y expresiones de los presentes, la castaña dedujo que todos habían tenido una buena madrugada.

Ella había llegado a su casa hacía unas pocas horas, y el sueño además del cansancio la mataban.

Sus párpados pesaban, pero no podía dormir. Aún seguía algo agitada tras la carrera que había hecho con Mikey desde la señal de "Stop" en la esquina de su cuadra; hasta la puerta de su casa.

No habían bebido, no habían fumado ni nada de esas cosas. Se la habían pasado en grande. Para ellos las risas eran lo más importante.

...

Ring...Ring...Ring...

El teléfono de la chica comenzó a sonar.
Con disgusto, y tras haber tardado mucho en poder conciliar el sueño, tomó el aparato en la mano, dándose cuenta que ya eran las 6 am.

—juro que si no es una emergencia, te encontraré y te haré cosas que no te imaginas...—sentándose en la cama, puso el altavoz y se frotó sus ahora rojizos
ojos—

—¿ah si? ¿Y qué cosas me harás? —una voz conocida para ella, hizo que riera internamente tras replantear en su mente el comentario que había hecho antes—

—lo lamento, no dormir me pone de mal humor y ni siquiera me fijé en tu nombre. —dejó salir un bostezo—

—no puedo creer que estuvieras dormida —rió por lo bajo— nosotros no hemos podido dormir.

—¿estás con el comandante? —la voz del mencionado se escuchó saludar con alegría— sip, estás con él. Y por favor dime que no obligaste a Takemichi a quedarse con ustedes.

—no, Hina se lo llevó, dijo que se encargaría de que llegara bien a su hogar. —comenzó a jugar con una moneda en sus manos—

—jm, —sonrió ella— Hina es todo un amor, es como la hembra alfa de la relación —escuchó al blondo en la otra línea del teléfono reír— y bueno, como antes mencioné, dame una buena razón para no enviarte una bofetada por mensaje.

—estábamos pensando en dar un paseo, ¿te animas? —sonrió—

—Draken, son las 6:18 de la mañana, ¡de la mañana! No tengo clases, ¡déjame dormir un poco!

—¿disculpa? —su voz se tornó seria de repente—

—lo sé, lo sé, te debía esta por no aceptar que jugáramos ayer, pero en serio, estoy exhausta.
—el joven blondo sabía que ella estaba haciendo pucheros, pero simplemente rodó los ojos para borrar de su mente aquella imagen—

—no me refiero a eso, ¿desde cuando me llamas "Draken"?

—¿de qué hablas? Es tu nombre —respondió con obviedad—

—a mi me llamas Kenny, Ken-chin, poste de luz, jirafa y todo eso, NO Draken. —girando su cabeza, infló un cachete de forma dulce, si la chica hubiera estado junto a él, probablemente hubiera muerto de ternura—

—awww, ¿eso fue lo que te molestó? —el blondo comenzó a arrepentirse de lo que había dicho— no te preocupes, me pondré a buscar toda clase de apodos que ponerte, y claro, borraré de mi mente tu verdadero nombre —rió—

—has lo que quieras. —lanzó la moneda al aire y la tomó nuevamente— y, sobre la propuesta de salir a dar un paseo, no será ahora, Mikey y yo también debemos descansar, estábamos pensando en ir mañana en la tarde.

𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora