012. ✷ Ken Ryuguji ✷

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El trío bajó las escaleras en silencio.

Draken miraba a su amiga a cada rato, ella podía sentirlo. Aún cuando él era más alto.

Mikey también le lanzaba alguna que otra mirada preocupada. Aún después de aquellas bonistas palabras, la ojiverde seguía afligida.

Al salir de la edificación, se detuvieron.
Parecía que los dos rubios esperaban a alguien.

Respondiendo a las dudas de Ayame, en solo cuestión de segundos apareció Mitsuya, el joven de cabello violeta.
Iba en una moto negra con reflejos rojos. Era bonita, sin duda, y más ante la vista de la castaña, la cual adoraba toda clase de vehículos.

—buenas tardes, subcomandante —saludó el recién llegado con una pequeña sonrisa—

—no es necesario que me llames así todo el tiempo
—negó ella— solo dime Ayame.

—bueno, Ayame, me llevaré al comandante por un rato. —enseguida Mikey se acercó a ella—

—¿qué ocurre? —preguntó por la cercanía del blondo—

—si no te sientes bien, recuerda que puedes llamarme, o a Ken-chin, como te dije, los dos siempre estaremos aquí para ti. —le colocó una mano en la nuca, y empujándola levemente, juntó su frente con la de ella— no se te ocurra quedarte callada...—gruñó— y por favor perdóname, por el momento tengo algo que hacer. Te lo contaré más tarde.

La castaña estaba en shock. La vergüenza se le dibujaba sola en las mejillas, aún más al estar bajo la seria mirada de Draken, y la curiosa expresión de Mitsuya —e-está bien...prometo que llamaré. —el joven se separó de ella y le plantó y beso en la frente— por cierto...no debe contarme todo si no quiere.
—se encogió de hombros ella—

—eres mi segunda al mando, debes estar enterada de todo. —sonrió— nos vemos.

Luego de despeinarla un poco, apartó su mano y se subió detrás de Mitsuya —señorita Ayame, hay espacio en la moto, podría sentarse frente a Mikey o frente a mi. Podría llevarla si eso desea. —la expresión de aquel chico era indescifrable. Sonreía con dulzura pero en sus ojos había picardía—

—recuerda que me debes un helado —Draken se inclinó un poco hasta poder susurrar aquello en el odio de la chica— ella vendrá conmigo, no te preocupes, Mitsuya.

—bien, como sea,  —el chico giró la moto pero aún no partió—

—¿puedes llevar a Pah mañana? —cambiando de tema, el rubio de trenza preguntó—

—si, y también llevaré a Peh. ¿Está bien el almacén junto a la secundaria dos?

—así es —Kenny afirmó sin expresión alguna. El de cejas rasgadas asintió, y sin decir nada más aceleró para irse—

—¡nos vemos! —Mikey se despidió con la mano y una sonrisa en el rostro. Su amiga le devolvió el gesto, y contempló a ambos jóvenes desaparecer a la distancia—

Draken se giró por unos segundos hacia una columna de la edificación.
Ayame, aún en una especie de transe, tras algunos segundos después, recordó que Takemichi debía estar siguiéndolos, y, que si no distraía a su alto amigo, este podría descubrirlos a los dos.

—oye, baboso, ¿que no querías un helado? —con suavidad le golpeó las costillas—

—ahh, ¿que no te aburres de molestar? —suspiró con pesadez y comenzó a caminar. Sin embargo su amiga no se movió, al contrario, se cruzó de brazos— ash, okey lo siento...—se giró hacia ella a lo que esta sonrió— olvidé decirte a qué heladería iremos.
—sonrió levemente—

𝓟𝓮𝓻𝓭𝓲𝓬𝓲𝓸𝓷 卐 𝐓𝐎𝐊𝐘𝐎 𝐑𝐄𝐕𝐄𝐍𝐆𝐄𝐑𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora