—La primavera realmente está aquí.
JiMin dejó de mirar su taza de café para observar la chica frente a él. Ella sonreía abiertamente mientras abría las ventanas de la casa de su Nana, con tanta naturalidad que lo hizo sentir incomodo.
Había llegado esa mañana a Busan, tomó ese viaje para refrescarse y lo primero que se encontró al llegar fue a una desconocida en la casa de su Nana. Se sintió extraño por la intromisión, al mismo tiempo le alegró que su niñera no pasara tanto tiempo sola. Al parecer consiguió una buena chica que le ayudaba con los quehaceres domésticos más pesados.
—¿Ya es primavera? —repitió con aturdimiento.
—Sí. Esto es un encanto, la nieve va a comenzar a derretirse.
La nieve comenzaría a derretirse, pronto. Y JiMin entendía que era ridículo que eso le pusiera algo melancólico, pero jodidamente lo consiguió.
Miró a su alrededor, mientras pellizcaba su boca con sus dientes. La casa de su Nana siempre se sintió tristemente impersonal para él, todo en su lugar y en silencio.
El humano recordaba que cuando era un niño, los muebles de madera siempre estaban limpios y se sentía bastante cohibido porque nunca podía ser igual de ordenado con sus juguetes. Siempre fue un desastre.
—Pronto podremos entrar a la playa sin tener congelado nuestro trasero —comentó con una sonrisa suave.
La chica se rio brevemente, entendiendo el sentimiento. Busan era bochornoso durante la mayor parte del año, pero no mientras la nieve caía. La mayoría de la gente en la ciudad prefería mantenerse lejos del agua de la playa a menos que quisiera un resfriado.
—Tienes razón, desearía que ya pudiéramos entrar al agua.
El silencio los absorbió por un instante, eso consiguió que JiMin se preguntara dónde estaba su Nana. Era una mujer sumamente callada a pesar de que usaba un bastón.
—Haces un gran trabajo ayudándole a mi Nana, gracias —dijo, buscando alguna forma de romper el silencio. No le gustaba que sólo pudiera escucharse el reloj de la pared, lo inquietaba.
La muchacha sonrió amplio, colgando su bolso sobre su hombro.
—No es nada. —Ella se colocó un poco seria antes de seguir hablando, JiMin debió haber leído sus intenciones si no hubiese estado tan distraído—. ¿Te gustaría ir a caminar conmigo a la playa o tienes otro plan? Podemos hablar de tu Nana o conocernos.
—¿Perdona? —El humano levantó ambas cejas hasta lo alto de su frente.
—Oh, pensé que podríamos salir un rato y divertirnos. ¿Estoy siendo demasiado directa?
La invitación obvia, hizo a JiMin parpadear lentamente.
—Eh, no. Lo suficientemente directa. Es sólo que... —Se detuvo, buscando las palabras adecuadas— No estoy buscando una relación.
Se lamió los labios, diciéndose que estaba haciendo lo correcto. Era un rechazo amable y mayormente honesto, definitivamente no iba a decirle el motivo por el que el sexo casual se sentía tan incorrecto e insatisfactorio.
La chica soltó una risa como si lo que dijera fuera muy gracioso.
—Tampoco yo, sé que vives en Seúl y no tengo intenciones de mantener una relación a distancia. —Sujetó la tira de su bolso, con seguridad—. Estaba pensando en algo más casual, eres guapo.
—Oh.
El humano murmuró, luchando contra su lengua. Necesitaba darle un buen motivo para patear su cita.
ESTÁS LEYENDO
Amor de pingüino [YM/JS]
FanfictionMin YoonGi es un adorable cambiaformas de pingüino, demasiado preocupado. Su especie es conocida por vincularse con una persona de por vida y es desalentador que su gordito animal interno eligiera caprichosamente como candidato al humano, Park JiMi...