Si nos amamos cálidamente

7.7K 1.3K 510
                                    

JiMin debió perder la cabeza y YoonGi no podía detenerlo. Lo sabía, tenía esa mirada que decía que había tomado el desafío.

Pero aún quería tratar, lo que era igual a querer secar el mar usando un par de cubetas.

—JiMin, detente.

—¿Estás loco? DongJu me acaba de insultar, no voy a tolerar eso de un niño —gruñó, desatando los cordones de sus altas botas—. Y él cree que puede tenerte tan fácilmente, eso es estúpido.

Con el corazón temblando, YoonGi le dio una mirada más larga. ¿Aceptar la carrera no era sólo una cuestión de orgullo herido para JiMin?

—¿Él cree eso?

—Sí, señor. Pero voy a mostrarle que no.

Conocía al humano para saber que hablaba en serio y era lo que su pingüino amaba de él, como luchaba contra los desafíos.

Seguramente estaba medio loco para aceptar nadar en un agua congelada cuando nunca lo probó antes.

—Sigo pensando que es una mala idea —se quejó, balanceándose sobre sus pies— Si algo mala te pasa, no sé qué haré.

Se sonrojó profundamente después de admitir eso. Aunque tenía que decirlo, podría detenerlo.

JiMin estaba quitándose el segundo jersey que tenía y se detuvo para darle una mirada difícil de leer.

—Tienes razón, esto en verdad es una locura. —Esbozó una sonrisa y su helada mano trepó hasta sostener su mejilla—. No tienes que preocuparte, no me pasará nada.

—¡Pero...!

Los dedos de JiMin atraparon su boca deteniendo su queja.

—Ni una queja más. —YoonGi le lanzó una mala mirada o el intento de una, consiguiendo que el humano se riera—. Vas a apostar por mí, ¿no es así?

Sin dudarlo, YoonGi estaba casi seguro que ganaría. El factor del clima podría ser la única desventaja. Si esto fuera una competencia en una piscina de Seúl durante la primavera, JiMin tendría el oro.

—¿Qué estilo quieres intentar usar? Haremos una vuelta —DongJu los interrumpió, tirando de su camiseta rosada con elegancia. Cómo si estuviera luciendo su piel pasó una mano por su pecho.

Su vecino murmuró una grosería entre dientes que YoonGi no conocía para luego hacer su propia demostración. Rápidamente se sacó la última prenda antes de quedar en ropa interior. La camiseta que usó se fue y el pingüino tuvo que dejar de mirar.

—Estilo libre —espetó sin detenerse a pensarlo.

YoonGi volvió la cabeza hacia a su vecino, esperando que viera la desaprobación en sus ojos por elegir el estilo más rápido. Él olvidó lo que quería mostrarle porque JiMin estaba estirando su brazo por encima de su cabeza, haciendo que sus bíceps se hincharan majestuosamente.

Aplastando los labios juntos, sacudió la cabeza para despejar su mente.

—En cualquiera me irá bien —DongJu dijo. YoonGi sabía que no quería sonar tan presuntuoso. En la cita que tuvieron el joven hizo cualquier cosa para mostrarle que era genial y bueno en todo.

El problema era que JiMin no entendía eso. Lo estaba haciendo enfurecer.

—Ya veremos.

YoonGi los observó conteniendo un sonido de desaprobación.

Después de conseguir unos goggles prestados, el humano se movió hacia la orilla de la piscina. No era de losetas como las de una ciudad, por ser de Yejong estaban construidos de piedras como una regla no escrita de la arquitectura del lugar.

Amor de pingüino [YM/JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora