Pasaba del mediodía y los nadadores generalmente salían de la escuela de natación para conseguir algo ligero que comer, aunque el híbrido de petauro seguía teniendo la misma cantidad de trabajo incluso si se moría de hambre.
SeokJin regresó la cubeta llena de agua con la que limpiaría los vestidores de vuelta al suelo para darle toda su atención a YoonGi.
—¿JiMin? Él se fue a almorzar temprano.
—Oh.
La boca de YoonGi se apretó y volvió un puchero de tristeza. Trató de recomponer su decepción deslizando una sonrisa sobre su rostro, pero fue muy tarde. Los radares de SeokJin estuvieron sonando de inmediato.
Algo estaba sucediendo entre el cambiante de pingüino y su amigo el nadador humano.
Todavía se preguntaba cómo es que no había reconocido a YoonGi como YoonGi esa noche en la piscina. Además de que no conocía a otro hombre con ese nombre, sin duda alguna se trataba del mismo cambiante de pingüino que atacó a JiMin con WheeIn y meses después se le presentó como un buen amigo.
Las cosas eran confusas sobre cómo llegaron de un punto a otro. No creía que JiMin dejara ir su resentimiento tan fácil, pero no estaba dispuesto a quedarse con la mitad de la información. Eso no lo haría ser mismísimo el SeokJin.
—¿Por qué estás buscándolo? ¿Pelearon?
YoonGi hizo un ruidito atascando en la garganta mientras se encogía sobre su cuerpo. Sus manos apretando una caja de plástico pequeña que traía con él.
No podía lidiar con la sensación de culpa de las mentiras, odiaba esa fea cosa de remordimiento.
—Sí, algo parecido.
—JiMin es muy difícil cuando está cabreado, ¿no? —comentó con una sonrisa divertida. Olvidando por completo su tarea de limpiar las duchas de los vestidores—. En alguna ocasión, donde estaba quedándose en mi apartamento, bromeando le dije algo que lo insultó y lanzó mi gato a hacia mi cara —los ojos de YoonGi se abrieron con evidente pánico. Logrando que SeokJin se riera a carcajadas, con su risa toda graciosa—. Suena más divertido de lo que lo cuento, no es habitualmente agresivo.
—Ah, ajá.
Cielos esperaba que no, entonces YoonGi sería golpeado por darle una explicación. Y las peleas no eran lo suyo, estaba muy lejos de la violencia porque era pésimo usando los puños. En realidad ni si quiera estaba seguro de haberle gritado a alguien durante una discusión.
—¿Vas a esperar a que regrese de comer? —le medio preguntó y propuso al mismo tiempo— Como va a comer solo, siempre regresa temprano.
Los dedos de YoonGi involuntariamente se aferraron al contenedor que estaba sosteniendo.
—No estoy seguro... Creo que ha estado evitándome. —Era más que obvio, JiMin apenas aparecía por los pasillos y si alguna vez se cruzaron el humano fingió que no era nadie y continuó su camino como siempre, sin si quiera mirarlo.
SeokJin lo interrumpió, asintiendo.
—Si lo hiciste enojar, claro que va a hacerlo. Pero deberías buscarlo.
—¿No sería forzarlo a escuchar mis disculpas? —cuestionó mirando la caja que sostenía.
No pudo reprimir una mueca, sabía que esto era su culpa. Y no estaba victimizándose al respecto.
Este momento llegaría tarde o temprano, postergarlo solo fue aumentar el enojo de JiMin por haberse sentido engañado. Aunque de verdad fue engañado por él. Su culpa, nuevamente.
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Amor de pingüino [YM/JS]
Fiksi PenggemarMin YoonGi es un adorable cambiaformas de pingüino, demasiado preocupado. Su especie es conocida por vincularse con una persona de por vida y es desalentador que su gordito animal interno eligiera caprichosamente como candidato al humano, Park JiMi...