No sabía si tenía ganas de que un bicho apareciera, solo para no estar tan solo, o solo algo de emoción para no estar tan aburrido, pero en la tienda de conveniencia no había nada más que lo normal y nadie en persona.
Tomé un par de bolsas con comida, tanto rápida, cómo para preparar luego, las puse en los puestos de detrás y seguí mi camino hacia Seúl.
En cierto punto de la carretera, por la soledad y aburrimiento, subí la velocidad, llegando a los sesenta kilómetros por hora.
Nunca habría pensado que la primera vez que conduciría pasaría algo así.
Sin más, pasé el puente por el río Han, siendo algo así como la bienvenida a Seúl como tal.
Y para ser una masiva mega construcción, también estaba solo.
Escuché algo de música a la lejanía, por lo que estacioné, me bajé y empecé a caminar, sin antes grabarme en la mente donde estaba el auto.
Me metí por varias calles estrechas, pero no eran más que los parlantes que habían quedado encendidos antes de todo.
— ¡Hola! — Grité, por si acaso, pero luego de cinco segundos, ninguna respuesta, por lo que empecé a regresar al auto.
Empecé a pensar en algo, si las cosas iban a estar así, tenía que empezar a pensar en planificar.
Me subí al auto otra vez, puse marcha y empecé a acercarme más a los rascacielos, buscando algún hotel o algo para quedarme.
Por desgracia, mis maletas y todas las demás desaparecieron, así que no tenía nada conmigo, pero en una situación asi, a unas cuantas marcas de ropa no le importaría que tomara un poco de su mercancía guardada.
En medio de la ciudad, además de no haber senal de nadie, vi una tienda de celulares, en la cual paré, ya que el mío desapareció con los demás, si desapareció, podía tomar uno nuevo, lógica algo ruín, pero a saber si algún día todos volverán.
Al menos podré escuchar música y jugar videojuegos cuando me aburra.
Y previendo que algún día el suministro de energía se corte, tomé cuántas baterías portables pude, y luego las cargaría y tendría guardadas.
Las devolvería si todo volvía a la normalidad.
Escuché un trueno fuera, y era señal de buscar un sitio para estar, tenía mucho tiempo para buscar alguien más, si es que existía.
Metí las bolsas en el puesto de detrás también y puse marcha, si bien escuché aquel trueno, era visible el temporal de lluvia.
Paré un momento, ya que necesitaba configurar el celular, para luego buscar las zonas hoteleras, el GPS del auto solo se servía para las zonas grandes, lo demás era coreano puro.
Empecé a entretenerme con aquello, de repente escuché como tocaban el vidrio, haciéndome saltar del susto y el teléfono saliendo volando.
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Nubes - Sana & Tú.
Fanfiction¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo serian las cosas si solo estuvieras con la persona que más quieres en el mundo? En el sentido literal de la palabra, este es el cuento que terminó siendo una espeluznante realidad.