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Escuché su voz y otra más detrás, aunque muy leve a comparación.

Por fin, salió, detrás de él, una chica de poca estatura, aunque quizá la misma que Chaeyoung. —Ella es la hermana de mi mejor amigo— La señaló. —Son de ascendencia coreana y saben el idioma— Indicó, a lo que se presentó, diciendo su nombre en el proceso.

— ¿Por qué van armados? —Preguntó Wendy por fin una vez salimos del edificio. — Hay cosas que aparecen cuando sentimos miedo, y nunca se sabe cuándo otra cosa pueda aparecer— Le respondió él.

— ¿Qué pasó? — Preguntó sin entender mucho, o nada. —Mira las calles— Le respondí.

Nos subimos al auto y sin decir nada, estuvo pendiente del trayecto. —Entonces… ¿Todos desaparecieron? — Preguntó dando en el clavo.

Asentí. Suspiró. — ¿Y ahora qué? — Preguntó ahora Jihyo. —Bueno, somos tres mujeres y un hombre— Insinuó mi amiga.

— ¿No tienes entendido lo del pozo genético? — Le pregunté, sabiendo muy bien qué una vez hablamos de eso entre todos. — ¿Eso no era lo de mutaciones? — Volvió a preguntar.

—En parte, me refería en esto a que se necesitan minino mil personas distintas para repoblar— Aclaré. Se quedó pensativa un momento. — ¿Cómo es posible que tengas mejor coreano que yo? — Preguntó en español ofendida. —He estado solo con Ella por un par de meses, además de muy aburrido— Le respondí en español.

Las otras dos solo nos miraban raro por aquello.

— ¿No habrá más personas en otras ciudades? — Preguntó Jihyo queriendo meter un nuevo tema. —Cuando regresamos y estabas tú en casa, habíamos estado por otras ciudades— Le dijo Sana.

—Estamos solos… — Suspiró Wendy una vez más. —No pareciera dolerte— Me jugué. —Un rato sin mi hermano no estaría mal— Se echó un poco hacia adelante. —Estas tú aún— Me dijo más cerca, en español.

Fuí frenando un poco hasta llegar a cero por hora.

— ¿Por qué paras? — Me preguntó Sana. —Creo que habrá que buscar más armas ahora, además de municiones y practicar un buen rato— Me respondí, retomando el camino pero con una ruta diferente.

Unos quince minutos después, estábamos en la base militar.

Les di una pequeña clase igual que con Sana, sorprendiéndose mucho Jihyo y poco Wendy.

—Por fin jugar tantos videojuegos te sirvió— Colocó su visión en la mira del rifle, disparando y absorbiendo bien el culatazo.

—Tú siempre te metías a jugar con nosotros— Me coloqué detrás de ella, corrigiendo su postura luego del disparo.

—Me aburriría si no— Respondió. Accionó el gatillo, pero no pasó nada. Le señalé el otro cargador, ya que solo cargaba de una bala por práctica.

Pasé con Jihyo, disparando una simple pistola y casi soltando el arma por los aires. —Creo que será mejor buscarte algo más ligero— Solté para ir a buscar un calibre menor.

Nubes - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora