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—Sana… — Escuché a la lejanía. Acompañado de un pequeño movimiento. —Tienes que despertar ya— La voz se volvía más clara. Pero por alguna extraña razón no era la voz que quería oír.

Aunque tampoco es que supiese cuál quería oír. Desperté intuitivamente, siendo Tzuyu mi alarma. — ¿Qué pasa pequeña? — Pregunté sin entender. —Tenemos que irnos ya a grabar y luego la junta— Explicó dulcemente.

Me levanté, aunque con desánimo. Sentía como si la noche pasado hubiera sido la mejor de mi vida y hoy solo quedase vacío.

Me preparé, aunque sin tanto esfuerzo, de lo más simple del mundo. — ¿Y las demás? — Pregunté, sin ver a nadie más que Tzuyu ahí. —Nayeon está esperando fuera en el auto ya— Respondió, saliendo y yendo a lo mismo.

Sin más, salí igual que todas, no sin antes darme una vuelta y ver todo una vez más, se sentía tan extraño.

Miré al cielo fuera, era azul, muy azul, junto a muchas nubes separadas. — ¡Sana! — Escuché a Nayeon gritar, lo que me sacó de mi mundo.

Volví a caminar, pero un vez que salí, me quedé viendo el medio de la carretera, había algo que no me cuadraba. Era como si aunque pasaran quizá tres autos por segundo, estuviera ese sitio vacío.

Sin ninguna razón aparente, mis dedos rozaron mis labios, dándome cuenta de esto y mirándome la mano, luego otra vez a ese sitio. — ¡Entrá ya! — Me jaló Nayeon, obligándome a entrar de una vez por todas.

— ¿Por qué estás tan distraída? — Me preguntó con algo de molestia. —No lo sé… — Sentí el auto arrancar.  Me volteé a seguir viendo el sitio, pero ya no habían más autos, volví a mirar después de sacudir mi cabeza y nuevamente se mostró la misma escena del diario, cientos de autos.

—Hoy decidiremos los nuevos lugares y fechas del tour, no duraron ni tres horas antes de agotarse todos a la vez— Me indicó. —Quiero ir a un sitio— Solté. — ¿Cuál? — Preguntó Tzuyu ahora. —No lo sé… — Repetí, las cosas solo estaban saliendo.

Me quedé pegada a la ventanilla, viendo las calles, repletas a gente, a rebosar. Pasamos por una pequeña parte del centro, luego Gangnam, sintiéndose tan extraño que estuviera llena de gente y autos.

Aunque… ¿Alguna vez lo había sin nadie ni nada? Esa era la verdadera pregunta. —Sana, llegamos— Me tocó el hombro Nayeon, bajándose por el otro lado.

Fuí siguiendo a todos hasta la reunión, sintiendo algo de pánico estando ahí. Poco después entramos en la sala de la reunión, estando todos ya.

Primero pasó Nayeon, luego Tzuyu, dejándome la vista libre de la habitación, viendo directamente a Jihyo.

Pasé, pero de repente solo estaba ella, ella y yo, solas en esa gran habitación, el previo sonido que había escuchado de fuera desapareció.

Caminé un poco, sin entender nada, —Sana— Me habló Jihyo, asustandome y parpadeando raro, de repente, todo el sonido volvió, y en un parpadeo, todos habían vuelto. Me indicó mi puesto, al lado de ella, y empezó todo.

Hablaron y hablaron de todo, votaciones, opiniones, de todo.

— ¿Algún sitio especial que piensen que pueda funcionar? — Preguntó el asesor, girando un globo terráqueo.

Me levanté, me acerqué, lo paré en el area de América y apunté a un punto específico. —Aquí— Señalé. —Bueno, tendríamos que mirar datos, pero quizá sí se podría— Respondió inquieto.

Nubes - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora