Luego de buscar el teléfono por un par de segundos, miré por la ventanilla, pero no había nadie, ni nada, me bajé del auto y busqué con la vista, pero dió igual.
Quizá lo cerebro al querer poner a prueba mi cordura solo me iba a volver loco.
Me metí de nuevo al auto, completé todas las configuraciones y solo necesitaba de una conexión a internet, por lo que conduje hasta el primer parque que vi, y me conecté a la red pública, terminando con todo, actualizando aplicaciones y descargando mapas de la ciudad.
Una vez hecho aquello, volví a subirme y tomé la vía hacia el sitio hotelero, Gangnam.
Y vaya que se notaba que era la zona turística, además de que aquella canción de inicios de década no le dió fama en vano.
Parecía una diferencia de primer a segundo mundo, o algo, el centro de Seúl aún parecía el centro del distrito más rico de mi ciudad.
Al menos ahora con doble GPS, era imposible perderme, aunque a saber cuándo caerían los satélites y me quedaría sin ese don y milagro tecnológico.
Ya que iba con la ventanilla debajo, evitando malas jugadas de mi cerebro, además de más visibilidad, pude notar como empezaba a lloviznar, por lo que busque el primer centro comercial cercano, necesitaba ropa nueva y un baño, el viaje fué duro y estaba demacrado por ello.
Llevé el auto por todo el estacionamiento, dejándolo allí a la plena vista para luego cambiarme a otro quizá más cómodo y grande por si acaso.
Entré al centro comercial, por la zona del estacionamiento obviamente, empecé a adentrarme más y más, buscando la zona de ropa, y aunque no fué difícil, lo difícil fué encontrar ropa interior, era como si solo vendieran camisas y no mucho más, cosas de ropa de marca.
Pero luego de un buen rato, llene varias bolsas con ropa cómoda, más que nada porque nadie más vería lo bonito pero incómodo de su contraparte.
Ya que el propio centro comercial también tenía conexión gratuita, investigué si tenía una torre hotelera, y si, si que la tenía, no me fallaba el vivir en una ciudad turística y conocer aquello.
Tomé el ascensor al penúltimo piso, siendo esa la zona, tomé la llave de la primera habitación, metiéndome y procediendo con un baño y el cambio de ropa. Luego de eso, solo por si acaso, salí al último piso, quizá para ver si alguien hacia señales de algo desde allí.
Una vez más, tomé el ascensor, y en un instante estaba allí, seguí lloviendo, y ahora parecía un diluvio.
Por suerte, había gran parte techada y podía caminar un poco sin mojarme, di tres pasos, viendo a alguien de espaldas, una chica, con cabello largo y casi rubio.
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Nubes - Sana & Tú.
Fanfiction¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo serian las cosas si solo estuvieras con la persona que más quieres en el mundo? En el sentido literal de la palabra, este es el cuento que terminó siendo una espeluznante realidad.