Nubes - Sana & Tú.

38/¿?

Al terminar aquel vendaval, el cielo era de un azul con unas ocasionales nubes pasando por el. Además de tener a aquella chica en mis brazos y apretándome mucho.

Noté como ella vió de reojo el cielo, además de sollozar estando con su cabeza en mi.

—Por fin estás aquí y no te irás… — Fué un leve susurró.

Pese a no conocerla, algo simplemente me hizo entender por lo que estaba pasando, además de no despegarme, simplemente la rodee en brazos.

—No creo irme, aunque tampoco recuerdo como llegué aquí— Dije en broma. Ella sacó su cabeza, viéndome. Podía notar como realmente estaba llorando y no era una broma.

—Tranquila— Sostuve su cabello con mi mano, haciendo que se pegara a mi pecho. Cuando mire a ambos lados, vi una avenida totalmente desierta.

Y sin contar que verdaderamente era Corea. Intentaba pensar en algo lógico pero no encontraba una mínima explicación.

Luego de un par de minutos, por fin se despegó de mí. — ¿Realmente no recuerdas nada? — Preguntó, a lo que negué. — ¿Ni esa casa? — Señaló, pero al ver en esa dirección, no era un sentimiento de duda, algo allí había que me hacía sentir perteneciente.

Empecé a caminar hacia esa casa en específico, se sentía como si hubiera estado dos veces allí antes.

— ¿Tú realmente quién eres? — Le pregunté una vez más frente a aquella puerta. — ¿Quieres entrar y te lo explico más detalladamente o aún me tienes miedo? — Cuestionó, a lo que me hizo pensar. —Entremos— Dije, para abrir la puerta con el código.

Ya dentro, me dejé caer en el sofá principal.

Ella subió rápidamente, luego de quizá dos minutos bajó con unas cosas.

—Por suerte todo sigue aquí— Se dejó caer, soltando varios celulares. —Usalos, todos eran tuyos— Me indicó, a lo que hice aquello.

Cada uno se desbloqueaba con mis respectivas huellas dactilares.

En el apartado de fotos habían varias fotos de ambos, o solo de ella, y algún paisaje ocasional, pero todo cuadraba más con su historia que mi raciocinio.