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Una vez más, había olvidado cerrar las cortinas antes de dormir, el sol me quemaba las corneas hasta con los ojos cerrados.

Me levanté, chocando por inercia con varias cosas por no querer abrir los ojos, volviendo a dormir.

Quizá dormí dos o tres horas de más, pero los sueños no me los podría quitar nadie.

Luego de por fin despertarme bien, hice lo que siempre, fuí a chequear mis cosas en el ordenador. Lo que la tranquilidad de las vacaciones y estar solo te proporcionaba no era comparable a nada.

— ¿Nueva sesión de fotos? — Dije para mí mismo viéndolas. —Se ve tan linda… — Pensé está vez al verla. Volteé a ver la hora. Siendo poco más del mediodía. —Deben de estar dormidos todos en Corea ya, al menos no me encontraré a ninguno en línea jugando— Volví a pensar.

Fuí a cocinar ahora, el hambre empezaba a ganarme, no tarde tanto, tampoco tenía tantas ganas de complicarme la vida.

Cuando estaba a punto de por fin comer, sentí como tocaban a la puerta, sabiendo más o menos quien era. Sin más, fuí a abrir, siendo efectivamente, Felix.

Entró sin más, como lo hacía siempre. — ¿Ya viste la nueva sesión de fotos? — Preguntó, sabiendo a que se refería. —Fué lo primero que hice al despertarme, esos tonos naranjas en Sana quedaron mejor de lo que habría imaginado— Respondí, yendo a buscar mi plato ya. —Hay rumores que harán una gira mundial— Se sentó en el mueble más cercano. — ¡Las hacen cada dos años, les toca ya! — Grité desde la cocina mientras iba buscando el plato.

—No, está vez dicen que vendrán a aquí, no la gira mundial de diecinueve países que obvia a los otros ciento y tantos— Específico, a lo que me reí un poco. —Si ellas vienen, tú boleto y el mío a Corea van a ser asientos de primera con camerino incluido— Solté.

Empecé a comer por fin. —Quien sabe, incluso retrasamos nuestro viaje otro mes, al final, todo puede pasar— Respondió.

—Por probabilidades, también podría ir a Corea, que desaparezca todo el mundo menos Sana y yo, obviamente— Bromee. El solo alzó sus hombros. —Nunca digas nunca— Me señaló.

Fué a mi cuarto, mientras que yo iba detrás. — ¿Le dijiste a Chan y Wendy que veríamos una película hoy? — Preguntó en el trayecto. —No lo recuerdo… — Me quedé parado, a decir verdad, no recordaba prácticamente de ayer.

— ¿Wendy? — Escuché a Felix a la distancia. — ¿Les avisó? — Siguió. Yo seguía demasiado inmerso en mis pensamientos.

— ¿Están por llegar? — Eso me sacó de mi mismo, simplemente seguí caminando. Coloqué mi plato en la mesa del ordenador. —No les mentía cuando les dije que está película es muy buena— Solo veía como estaba buscando y buscando por internet.

Poco rato después escuché otra vez la puerta, por lo que fuí a abrirla, siendo ellos.

Me sentía raro, muy raro, cuando la abrí, vi a Wendy, pero inmediatamente sentí un ardor en mi hombro, lo suficientemente fuerte para hacerme ir directamente al baño, pero discreto para no gritar de dolor.

Nubes - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora