—Antes de todo esto te lo habría creído sin cuestionarlo de ninguna forma— Suspiré, cerrando un momento los ojos. —Pero ahora se que eres una millonaria, muy joven, y con miles de pretendientes— Volví a abrir los ojos, bajando la vista, viendo que ella estaba a un paso de mi.— ¿Puedo dudar al menos un poco? — Pregunté, viendo como ella estaba procesando todo. Asintió al final.
—Si hubiera sido al revés, habría tenido mucho miedo de ti— Respondió. —Por suerte es como es, y ahora puedes enamorarte naturalmente de mi— Añadió.
Asentí. —No recuerdo absolutamente nada, pero lo que si se, es que no habría parado de estar nervioso en ningún momento— Di medio paso hacia adelante, quedando a punto de rozarnos, siendo el viento y bamboleo del mar los que iban a ir acortando esa distancia.
Ahora era uh pequeño juego, ver cuando en barco iba a pegar un movimiento e iba a empujar a uno con el otro.
— ¿No es algo más romántico así? — Pregunté, queriendo parecer mejor que mi anterior versión. Antes de que ella pudiera responder, el golpe que finalmente el barco dio fué en dirección a ella, pero con más fuerza de la que habría calculado, por inercia yéndome yo hacía adelante, pero ella también.
Como pude estiré mis brazos hacia adelante, envolviendola, luego estirando una pierna para amortiguar a ambos, logrando que solo estuviéramos a medio caer, sus piernas y las mías nos hacían seguir de pie como tal, estando ella entre mis brazos.
—Si, es más romántico— Reímos ambos mientras ella se enderezaba y yo caía para finalmente volverme a levantar.
Lo que sí tenía secuelas era doblarme así la espalda y estirar tanto la pierna sin calentar.
—Había otra razón además de que este era el barco más fácil de controlar— Empecé a caminar con una mano en la espalda, yendo a la punta, estando la cama con el pequeño techo desplegado, ocultándose de no saber que estaba ahí.
Me recosté, aliviando algo el dolor. —No servirías para ser un idol— Rio, sentándose a mi lado. — ¿Lo quería ser antes? — Pregunté, dudando de eso.
—Bailamos mis coreografías, me sorprendiste mucho esas veces— Respondió, dejándose descansar un poco también.
—De hecho tuve incluso algo de miedo porque pensé que te gustaban los hombres— La miré asombrado. —Pensaba que me tenias miedo porque te dije que eras mi favorita— Expliqué mi sorpresa.
—Eso fué las primeras semanas, después entendí muchas más cosas— Sonrió al recordar. —También tienes una linda voz, quizá con algo de clases podrías cantar muy bien, solías hacerlo mientras cocinabas— Explicó nuevamente.
Era como si todo lo referente no solo a la música coreana, si no a lo relacionado al arte en mi también fuera borrado.
—No pareces tanto un niño pequeño ahora— Me miró, pero me miró en general, no solo a la cara. —El estar cerca de tu ídolo hace que seas muy pequeño y vulnerable— La miré, luego me miré a mi.
—Incluso sin que nos hubiéramos conocido ni enamorado, me habrías pedido de la nada un día algo y muy probablemente lo habría hecho sin pensarlo— Añadí.
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Nubes - Sana & Tú.
Fanfiction¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo serian las cosas si solo estuvieras con la persona que más quieres en el mundo? En el sentido literal de la palabra, este es el cuento que terminó siendo una espeluznante realidad.