— ¡Sana! — Escuché como gritaba mi nombre desde el otro lado del establecimiento. — ¡Voy en un segundo! — Le grité yo. — ¡Estoy viendo los lácteos! — Expliqué.
—Sana… — Escuché susurrado en mi oreja y después un toque muy frío en mi hombro.
Inmediatamente grité y me di la vuelta, cayendo antes de que pudiera procesar lo sucedido. Además de cerrar los ojos del miedo.
— ¡¿Estás bien?! — Preguntó una vez que llegó conmigo y lo mire. —Yo… — Señalé al sitio dónde sentí aquello. —Alguien me tocó… — Seguí señalando el sitio.
Rápidamente tomó mi mano, levantandome y arropandome en su cuerpo. —No deberías separarte tanto de mí— Regañó en un tono un tanto culpable por aquello. —Es que me dijiste que siempre teníamos que revisar las fechas de caducidad… — Expliqué, queriendo llorar.
—Vamos a ver las cámaras, ya ha pasado esto demasiado, tenemos que hacer algo— Ordenó, siguiéndolo, llegando hasta la zona de limpieza y el ordenador con las cámaras.
Revisamos la grabación de los últimos cinco minutos, llevando a la parte donde eso había pasado, viéndose una sombra algo tenue detrás de mí.
Inmediatamente el miedo volvió a invadirme y quité la vista. —Es como las que algunas veces he visto en sueños y como aquella vez a lo lejos— Dijo, levantandonos.
—Vamos a tener que buscar al menos un arma para cada uno— Opinó. Lo miré. —Han ido evolucionando, el día que se materialicen, unos cuantos disparos servirán— Expresó con tranquilidad para quitarme el miedo.
Salimos de allí y en ningún momento dejé de abrazarlo como si al dejar de hacerlo, se desvaneciera también.
—Leí que cerca de Gangnam hay una base militar estadounidense— Soltó montandonos al auto. Asentí. La he visto desde fuera un par de veces— Indiqué.
Coloqué la dirección en el GPS y pusimos rumbo a allí.
— ¿Alguna vez has sostenido un arma? — Preguntó, mientras yo solo tenía su mano en la mía. Negué. —No se porqué pregunté si en Japón ni los policías tienen— Río un poco.
—Te enseñaré— Me miró un momento. — ¿Sabes? — Pregunté con curiosidad. —He visto armas muy de cerca, y cargado un par, pero nunca disparado, pero conozco indicaciones de seguridad— Explicó, apretando un poco más mi mano.
Diez minutos después, estábamos ya enfrente.
Pasamos luego de ir cortando alambres y cercas, lo demás estaba abierto sin más.
—Si más mal no estoy, deberían de tener un arma con poco retroceso— Dijo, mientras me iba llevando por la armería.
Empezó a analizar todas las armas allí. —Bueno, esta te servirá— Tomó una arma negra y algo cuadrada. —Tiene buen control y es simple— Me la dió a sostener.
Debido a su agarre, pensé que pesaba mucho, pero quizá pesaba un kilo y medio. —Pesa poco porque está hecha con plástico y cosas ligeras, además de que resiste mucho— Indicó.
El soltó mi mano un momento, tomó un rifle con estructura de madera, un subfusil y un rifle de asalto normal. —Estos si que pesan— Soltó cuando se los había colgado todos. —Y una igual que la tuya— Tomó otra, y fuimos al campo de tiro.
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Nubes - Sana & Tú.
Fanfiction¿Alguna vez te has puesto a pensar en cómo serian las cosas si solo estuvieras con la persona que más quieres en el mundo? En el sentido literal de la palabra, este es el cuento que terminó siendo una espeluznante realidad.