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—Entonces… Viniste de visita y justo todos desaparecieron, ¿No? — Preguntó Jihyo desde detrás mientras iba conduciendo a algo de velocidad.

—Esa sería la situación— Confirmé. — ¿Han pasado más de dos meses? — Le preguntó a Sana. Asintió. —Para mi siento que fué un par de horas— Vi por el retrovisor como se echó hacia atrás sin entender mucho.

De repente recordó algo. —Si han pasado dos meses… — Miró a la carretera, viendo las luces de los postes. —¿Por qué sigue habiendo electricidad? — Señaló. —Sin nadie, quizá durarían dos semanas máximo— Pensó. —Eso pensé la primera semana, pero al final nada cambió, ni el suministro de agua tampoco— Respondí.

—Tenía tanto tiempo sin venir por aquí… — Suspiró Sana. —Para mi solo ha sido una semana desde pasar por aquí— Jihyo miró en la misma dirección que ella.

Al final mirando lo cerca que estaba el aeropuerto.

— ¿Quién crees que esté allí? — Preguntó Sana al tener la vista dónde nos dirigíamos. —Realmente no lo sé, éramos varios— Respondí sin quitar la vista del camino, quizá alguno estaría por allí y no era cuestión de atropellar.

— ¿No sería buena idea disparar una de esas armas recién lleguemos? — Preguntó la líder de mi grupo favorito. —Asustaría a cualquiera, yo pensé que había pasado algo tipo terrorismo y busqué fuera— Expliqué, bajando la velocidad.

Poco a poco nos acercamos hasta llegar a la parada de taxis del aeropuerto.

—Bien, ya que no sabes usar un arma de estás, quedate en el miedo de ambos— Le indiqué a Jihyo mientras a la vez le señalé a Sana.

Está quedó impresionada cuando vió que cargó el arma y le quitó el seguro.

—Luego te enseño— La consolé como pude. En fila india fuimos entrando y viendo lo solo del aeropuerto.

Grité un par de veces pero solo recibía mi eco en respuesta.

— ¿No despertaste en tu avión? — Preguntó Sana, ya que ella sabía bien la historia. Inmediatamente puse camino a aquel vuelo.

Me relaje un poco por ser de día y ser un espacio abierto.

Llegué a la misma puerta por la que había salido, y entré yo solo al avión. Fuí caminando por los pasillos, pero no había nadie.

— ¿Hola? — Pregunté. Inmediatamente escuché como una puerta se abrió detrás de mí. — ¿TN? — Escuché una voz femenina, y una voz muy obvia para mí.

— ¿Wendy? — Giré. Estaba asomada en la puerta del baño.

Al verme bien, con un rifle de asalto, obviamente se asustó. Me intentó señalarlo, pero no pudo, lo noté, así que le di vuelta y le hice señas que se calmase.

Se calmó muy rápido. — ¿No te van a detener por llevar eso aquí? — Preguntó inmediatamente luego de salir. — ¿No has salido? — Le respondí, entendiendo el porqué de su actitud.

— ¿Qué pasa fuera? — Preguntó. Detalló mi cara y cabello. —Espera… ¿Tú no tenías el cabello más corto? — Volvió a preguntar con algo de paranoia.

Le señalé que me siguiera. —Te darás cuenta rápido— Empezamos a salir.

—Encontré a alguien— Dije en coreano antes de salir, avisando a Sana y Jihyo.

— ¿Tú desde cuándo hablas tanto coreano? — Preguntó mi amiga. —Ha pasado un tiempo aquí— Respondí, saliendo ambos ya del avión.

Nubes - Sana & Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora