Nubes - Sana & Tú.

31/¿¿

Mi alma estaba empezando a abandonar mi cuerpo. ¿Por qué estaba viendo aquello?

Poco a poco empezaba a perder la fuerza. Lentamente todos los colores se perdieron, quedó un blanco y negro entero, solo aterrorizando aún más mi mente.

Cuando estaba a punto de desfallecer, sentí como algo, o alguien me atajó.

Pese a mí nulo procesamiento, quizá algo intentaba llevarse mi mente, solo podía fallar por ayuda. Ayuda de alguien únicamente.

—Estás… — Escuché un susurro, uno que quería escuchar. — ¿Bien? —  Dejé mi cuerpo caer, viéndolo, y el a mí. Aún entre dantesca realidad e imagen, de repente una explosión de colores llenó el ahora cielo negro, mostrando una infinidad de estrellas.

Todo el miedo pasó a ser alegra. El vacío a belleza. El dolor en gozo.

—Lo estoy— Solté. —Ahora lo estoy… — Simplemente me tomó aún más y caímos en la carretera. Él también miró arriba. Parecía que se sentía igual que yo.

—Hace un momento no se ni como pude moverme, pero ahora no quisiera irme de aquí, de alejarme de ti— Dijo mientras aún miraba la inmensidad del nuevo cielo.

—Siempre le tuve algo de miedo a la infinidad de ahí arriba— Se dejó caer, poniéndonos ambos aún más cómodos. —Ahora quiero tener un par de alas y llevarte a ver cada estrella— Me miró a mí nuevamente.

—Aunque nos tome millones de años hacerlo— Tomó mi mano, entrelazandola. —Quizá solo tengamos que hacer una casa en la luna— Respondí.

—O una en las nubes— Correspondió. — ¿Vamos a Japón luego de esto? — Pregunté, simplemente para irnos lejos y volver a estar solos. —Deberíamos dejar a estas dos solas, pueden cuidarse— Siguió la conversación.

— ¿Qué haremos si todo vuelve a la normalidad? — Finalmente el miedo se había ido, podía preguntar aquello. — ¿Te refieres a si vuelven todos? — Preguntó. Asentí. —Sana, esta es nuestra nueva normalidad, si todos regresan simplemente nos iremos lejos— Empezó a jugar con mi cabello.

— ¿Y si no podemos decirlo nosotros? — Seguía insegura. —Aunque el universo no lo quiera, lo haremos— Miró hacia arriba.

—Seriamos un desastre juntos— Reí un poco. —Solo sería una carga para ti— Seguí bromeando. —Podríamos ser un lindo desastre— Río un poco igual. — ¿Cuál sería el punto de alguna vez gastar el tiempo? — Se cuestionó.

Tal parecía que incluso el espacio y tiempo se habían curvado y moldeado a nuestros antojos, la temperatura estaba perfecta, el olor igual.

— ¿Y si todo esto solo fuera una ilusión? — Volví a preguntar, quizá sacando todas las dudas que estos meses habían traído. —Me costaría mucho despertarme entonces— Siguió. —Si todo esto fuera un producto de mi imaginación, me admiraría a mí mismo— Empezó a ver hacia más estrellas y lados.

Yo miré hacia adelante, viendo cómo una estrella fugaz iba pasando. —Mira— Le señalé. Ambos por fin veíamos al mismo punto.

Sin siquiera hablar, solo podíamos estar ahí, viéndola. Aunque poco a poco fué curveandose. Se hacía más y más brillante.

Empecé a sentir como me acercaba más y más a él. A la par que se veía más brillante aún, volviendo a recobrar aquél miedo perdido.

Cuando ya incluso nos incandilaba, volteó la situación, se puso encima de mi. Tal parecía que sentía el mismo miedo.

—Todo va a estar bien… — Susurró, acercando su rostro al mío…