-¿Señorita...?-El hilo de voz de la sirvienta se queda por lo largo del pequeño cuarto, sin palabras, sino miles de preguntas resurgir de su interior incapaz de soltarlas, para no lastimar a la dama en frente de sus ojos.
Las malas costuras, cómo por lo largo de su vestido queda un pedazo más largo y otro corto, al igual que su pecho descubierto, cuestionando qué hizo con la tela de sus vestidos, aparentaba su creación desapareció cómo arte de magia, gran cantidad de tela.
No, más importante, sería un error garrafal ir a la competencia con esas ropas.
Ni siquiera la dejarían entrar con tales ropas, si hablaban mal de sus ropas anteriores humildes, con esos vestidos que ella misma metió mano sin tener idea de costura, era cavar su propia tumba.
La mirada horrorizada de la sirvienta pudo verla por completo Carter, ya de por sí al terminar y ponerse su vestido, tenía muchas dudas de su creación sin un espejo lo suficientemente grande para verificar sus errores, pero el peso de sus malas decisiones comenzaba a sentirlo.
-¿Se ve tan mal?-Ni siquiera hicieron falta palabras para Carter al responder esa pregunta, lo sabía muy bien, cometió otro grande error y para su mala suerte le metió tijera a su otro vestido, sin quedarse con alternativas u opciones, sus pesadillas se estaban volviendo realidad.
Cómo los dedos le cosquillaban y las punzadas dolorosas emerger de sus iris.
-Yo jamás le faltaría el respeto señorita Foster.-A los minutos de su trance respondió la sirvienta avergonzada, bajando su cabeza ante la mirada de Carter.
Claro, ¿cómo serle sincera? La opinión de una sirvienta es tan insignificante como su vida, debe cuidar sus palabras.
-Es una locura.-Se deja caer en la cama con la mente en blanco, contada la media hora que tiene para llegar a hacer su próximo examen, admirando las malas cocidas de su vestido blanco con naranja, cómo su pecho al descubierto es incómodo de subir cada rato ya que se baja con cada paso que da.
Un pedazo más largo que otro y las claras costuras que se ven desde lejos.
Por alguna razón la sirvienta no podría simplemente dejarla ir de esa manera, su corazón le destroza verle que se burlen más o teniendo la oportunidad de ayudar, no lo pueda hacer.
Aunque ello conlleve consecuencias, espera que consiga un vestido lo más pronto posible mientras utiliza el que tiene en mente.
-¿Le...gustaría que le prestará alguno?
"Prestar" fue la primer palabra que intercepto Carter, girando su cuerpo hacia donde se encuentra la señorita y muerde su labio inferior un poco insegura con la oferta, no tiene de conocerla mucho tiempo y la desconfianza de obtener nada a cambio, no, todos los favores tienen un precio.
Sin embargo la desesperación le carcome las palmas para salir ya de ese problema.
-¿Cuál es su nombre señorita?
La sirvienta se sobresalta nerviosa y sus gotas de sudor resbalan con mayor velocidad en su frente, bajando por completo la mirada tras soltar palabras por su propia cuenta, la voz severa de Carter la ha asustado y su corazón late con frenesí, repleta de temor.
No desean que le vuelvan a pegar por expresarse, su estúpido corazón la manipula cuando mira situaciones de extrema necesidad, como lo es ahora.
-Por favor no me golpee,-El hilo de su voz casi se rompe tras decir aquellas palabras con dificultad.-no era mi intención ofenderla señorita, he cometido un grave error.
¿Grave error? Ni siquiera Carter lograba entender aquello, hasta que vio sus ropas y en la situación supremamente vergonzosa que se encontraba, ¿Quizás juzgarla, burlarse? No, aquella sirvienta no tenía la misma mirada que aquellas concubinas, muchas veces el odio no necesita expresarse con palabras.
Lo podía percibir fácilmente.
-Levante la cabeza sirvienta.-Carter debía demostrar su nivel superior a ella, aunque no quisiera, de alguna forma se tenía que dar a respetar, ya sea de cualquier nivel, la jerarquía dice mucho de la persona.
Muchas veces se inicia desde lo más bajo.
-Por favor...-Un jadeo sobresale de sus labios y cae sobre sus piernas, resbalando lágrimas de sus mejillas muy arrepentida.-se lo ruego.-Aún con la mirada gacha.
¿Cuál era su problema, era la voz severa de Carter? Camino levemente hacia la joven chica de cabellos castaños y se inclino hacia ella, elevando su rostro con su palma, justo en su nuca, admirando de sus ojos repletos de brillo tras dejar salir aquellas lágrimas.
-Su ayuda me vendría de mucha ayuda y prometo recompensarle de alguna forma,-Relajo más su tono al ver que la chica paro de llorar tras quedar inmuta ante su presencia, es la primera vez que la tratan con tanto respeto desde que piso el castillo.-pero necesito conocer su nombre primeramente.-Sonríe.
-Señorita...-Solloza feliz tras oír la buena noticia.-no se preocupe por mí, se lo traeré de inmediato.
Se levanta de golpe y corre hacia la puerta, abriendo de esta, pero antes girarse ante la dama al recordar su petición.
-Mi nombre es Stella.-Sonríe cerrando la puerta detrás suyo.
Stella...
-Gracias Stella.
¿Pero qué vestido es ese?
-Quién lo dejo, al parece se le unto vino y lo tiro a la basura.-Le sisea Stella, admirando lo fino y precioso que es, azul oscuro hasta la mangas y repleto de joyas pequeñas plateadas por todos lados, al igual que lacio, para nada pesado, sino un poco transparente en la parte trasera y las mangas largas.-Logre quitarle la mancha y lo guarde para venderlo a un buen precio.-Sonríe orgullosa.
Así que de esa manera consiguen sacar cosas de palacio y aprovecharlas...
-¿Sabe de quién es el propietario?
-Quién haya sido cree que es basura, si no, no lo hubiera tirado.-Bufa la dama.
La idea no le agrada mucho a Carter, exponer a su dama de esa manera sería desconsiderado y tener la mala suerte que alguien lo reconozca, la verdad, comparada con sus otras ropas que traía consigo de por sí eran muy humildes y salir de pronto con uno tan hermoso, como fino...
Sin embargo estaba atada de manos y piernas, era luchar contra una pared inmensa imposible de cruzar, su único camino era tomar de aquel vestido y rezar para que nada ocurra, al mismo tiempo que desaparecerlo de su vista, al tener más tiempo de arreglar lo que echo a perder.
-No tomará mucho tiempo,-Lo toma Carter con fuerza.-se lo regresaré.
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Vals del Destino
FantasyCarter en un accidente creyó morir despertando en otra época monárquica, sin embargo cuando duerme regresa a su vida cotidiana, con la clave de superar los problemas de sus sueños extraños con la información que posee en su presente, con tal de deja...