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Roba su aliento al mover con brutalidad sus labios contra los suyos, con un hambre y sed que parecen jamás tener fin sin poder ella siquiera seguir su ritmo tras su intento de conquista. Él se adelanta y muerde de su labio inferior casi saltando ella del dolor.

Hazel le empuja con todas sus fuerzas,-lamenta y le odia por insultarle como ramera, tratarla de manera tan abrupta y bestial, aunque él jamás se ha comportado de otra manera con ella, sino con agresividad y furor.-percibiendo su palma como toma con agresividad la cintura y le impacta contra su hombría enredando su cabellera castaña oscura por toda la cama.

Carter abre los parpados tan grandes ante la sensación en su parte baja.

Palideciendo de pronto.

Ella nunca ha tenido sexo y tampoco estaba ansiosa o deseosa de ello, quiere decir, sus compañeras dejaron de ser vírgenes a sus quince años o antes. En cambio Carter jamás le llamo la atención aquellas cosas por estar muy ocupada con su vida desastrosa, sumarle puntos a la posibilidad de quedar embarazada.

Le aterraba.

Soltando una palabras inaudibles por la terrible sensación que carcome sus huesos.

-¿Por qué me trata así?-Faltándole el respeto aunque es poco comparado con lo que hace él. Consumiendo su rostro sonrojado del furor. 

Jalando las sábanas con sus palmas a la imposibilidad de golpearle su perfilado rostro.

Arqueando una ceja castaña Jaden por su confianza al hablarle, aunque antes le repulsaba todavía hay un a pizque de inconformidad por su nulo miedo a morir.

-¿Cómo debería tratarte?-Escupe aquellas palabras con tanto repudio y disgusto que traspasa la piel de Hazel con brutalidad. Puede sentirlo y verlo; Aquel egocentrismo, asco y repulsión por verse obligado a decir la verdad.-¿Cómo una Dixon, cómo una Gray o quizás cómo la emperatriz?

Los parpados de Hazel se repletan de miles de punzadas tras sus palabras humillantes atravesando hasta su corazón sin reparo alguno, formando puños con sus palmas y su garganta contraerse por la agonía tras decirle sin cuidado: que no es nadie, absolutamente nadie para tratarla con respeto.

Sintiendo el frío tacto de su mano al posarse sobre su pierna descubierta y ella estremecerse al elevar su mirada y sus iris dorados-cómo los ojos de una serpiente-admirarla sin cuidado por todo el cuerpo lentamente lamiendo su labio inferior delgado con hambre y volver a conectar su mirada con ella.

Recorriendo un escalofrío por todo su cuerpo.

Alzando sus manos tan rápidamente a su pecho contraída, empañando su mirada por la rabia, por la melancolía de no ser la primera vez que escucha esas palabras. Que la miran con tanto desprecio como un objeto extraño de usar como una más de sus tantas mujeres extravagantes, en vez de insignificantes, así la mira él a ella...sin valor alguno.

-Cómo Hazel Foster,-Responde con mucha valentía Carter, tragando duro al soportar las ganas imposibles de sollozar mordiendo su labio inferior con insistencia, con gran rabia que la tristeza misma; Porque prefiere sentir miles de veces rabia antes de sentir dolor o tristeza, porque esas acuchilladas son difíciles de borrar y soportar. Percatando el sabor metálico por su lengua.-escuche bien, la única mujer que nunca se llevará a la cama.

Se le borra la sonrisa, la diversión en total, suspirando Hazel sin ánimo de seguir hablando. Girando su cuerpo en la misma cama para descender en cambio siente una mano que se cuela en su muñeca y tira de ella a la cama blanca, acoplándose las sábanas a lo largo de su espalda y piernas.

Abriendo los parpados con impacto.

De pronto un cuerpo que de un segundo a otro se paso al otro extremo de la gran cama y se pone encima de ella. Posando su mano varonil y grande encima de las dos suyas, forcejeando Carter frustrada, sin poder aguantar ni un segundo más con sus emociones destructivas dentro de sí.

La máscara pesa demasiado con unos cuantos minutos.

-Cómo te atreves...-Murmura con la voz tensa.-¡Simple inmigrante!

Frunce ella su ceño con disgusto, tampoco se quedará callada.

Aunque muy en el fondo esas palabras se vuelven cada vez más pesadas y difíciles de digerir.

-Simple inmigrante que besa con pasión,-Carter no creyó ser capaz de soltar aquellas palabras calentando sus mofletes avergonzada, preguntándose dentro de sí como bajar el calor de su rostro.-que me persigue y desea...-Esquiva su mirada penetrante, sus iris dorados y su expresión entumecida por el furor mostrando sus colmillos de lado por la rabia, apretando más el agarre de Hazel y esta se sobresalta por el dolor agudo.-¡Agh, suelta!

Suspirando Jaden sobre su rostro.

Llegando un leve olor a menta a sus fosas nasales.

-Admirar la portada,-Suelta su muñeca y se pone sobre sus pies fijando su mirada en algún punto del cuarto indiferente de pronto. Mientras Carter se pone sobre sus pies extrañada. ¿Así de fácil puede cambiar sus emociones? Bajando su atención a sus venas de su cuello sobresaltadas. Sabía bien, que es imposible enterrar por completo la rabia o cualquier otro sentimiento desbordante.-no refleja lo que contiene.

-¿Qué?-Soltó de pronto Carter sin meditar bien en sus palabras posando su cuerpo sobre sus pies a pocos metros de Jaden. Encontrando penumbra y seriedad en ellos, retrocediendo al momento de girarse a conectar su mirada penetrante como león hambriento de sangre.

Esos iris deslumbrantes e indagantes dorados.

-Me pregunto yo,-Acerca abruptamente todo su cuerpo de improviso al espacio personal de Carter. Traga duro tras admirar sus largas piernas poner cada paso con seguridad latente cerca de Carter, sintiendo ella de pronto la fría pared por toda su espalda, abriendo los parpados con sorpresa. Admirando con mayor detalle su nariz respingada, sus pestañas abundantes negras y sus cejas pobladas; Añorando aún más su piel pálida sin imperfecciones cayendo sobre esta sus cabellos negros rozando sus iris cómo el mismo oro.-cuáles son las intenciones que contiene tú libro Hazel Foster.

-¿I-intenciones?-Tartamudea ella, tragando duro.

-Mi corazón no conoce el significado de compasión y por más deseo que posea jamás nublará mi buen juicio.-Estremeciendo todo el cuerpo de Hazel tras oír esas palabras y girar este su cuerpo al momento de caminar hacia la puerta de salida de su recamara cerrando la puerta al salir.

Frunciendo el ceño Carter tras escucharlo, tras entender sus palabras delicadas pero filosas.

Cayendo sobre sus piernas sin habla.

¿Él lo sabe todo?

Bajando su cabeza en confusión total, en derrota sin la facilidad de saber qué hacer.

Vals del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora