¿El príncipe?
Conserva un interés especial en ti y arrepentimiento, aprovecha sus debilidades y endulza su oído.
Cortéjalo.
-¿Él tiene esos sentimientos por mí?-Sus mejillas se calientan con fervor. Sin embargo tras esa discusión no han vuelto a dirigirse ni una palabra, si le interesará, la buscaría, entonces porqué.-No puede ser, él no le interesa alguien como yo...
Sé bien la mirada de un hombre enamorado y uno interesado, él no posee el amor.
-¿Cómo haré para que él venga a mí o yo vaya con él?
Las cosas sólo se dificultan más con el pasar de los minutos. Sin embargo unos pasos abruptos la alertan a lo lejos, escuchando unas pasos resonantes correr a donde se encuentra acercándose a la celda, admirando una cabellera dorada y un vestido fino rosado por poco se ensucia con el lodo de la celda, admirando unos iris celestes brillosos en la oscuridad.
-Señorita Dixon...-Su rostro se contrae de sólo verla, nublando su mirada destrozada.-Yo, su majestad, todos me han dado la espalda.
Inclinándose Heather, sin importarle su vestido y manchando lo largo de este en el suelo sucio, tomando de la palma de Carter y presionar con esfuerzo, teniendo una cara igual de afectada tras enterarse, sus ojos hinchados y su nariz pálida rojiza, soltando las lágrimas Carter tras verla.
Es una señorita muy noble, muy buena persona.
-Temo que si me involucro más contigo puedan sospechar de mí.-Las cosas están más que claras, a estas alturas sabe bien que han atado las manos de Heather, cualquier acción más puede ser enjuiciada y no podría cumplir su objetivo que son los documentos. Hizo demasiado con tal de callar los mandatos de la emperatriz, pero seguramente esta en la mira.-Cualquier cosa, cualquier otra cosa que pudiera hacer, lo haré con gusto.
Cayendo de golpe de suerte esas palabras en el justo momento.
-Si, si puede ayudarme.-Se le iluminan los ojos a Carter y Heather eleva una ceja curiosa.
-Deseo disculparme en persona con su majestad, el príncipe Jordan, la última vez le falte el respeto y deseo despedirme sin remordimientos.
Esas palabras, aquella excusa ni la misma Carter pudo creer, dios...sólo espera que la señorita se trague esas palabras y no parezca tan mentirosa, pero si le menciona la verdadera razón de su acción la cara no le bastaría con la gran vergüenza, aparte, seguramente por la moral de la señorita se negaría a tal atrocidad contra su mismo cuerpo.
Sin embargo el rostro confuso de la señorita lo describe todo, seguramente se ha de preguntar cómo conoció al príncipe Jordan si él jamás pone un pie fuera del sector real. No estando tan convencida la señorita Dixon, asiente lentamente, poniéndose sobre sus pies.
Gracias a la discreción y al poco tiempo que le quedan a ambas, prefiere tragar las preguntas.
-Lo citaré aquí, vendrá en unos minutos.
-Gracias...-Murmura Carter, pérdida en el limbo de la razón y la moral.
Caminando de vuelta al castillo la señorita Dixon.
-He enloquecido...-Confiesa Carter cayendo de lleno en el suelo, tocando de sus mejillas sucias y pálidas de tanto llorar, seguramente sus ojos han de estar hinchados, sucios, en el peor estado posible y alguien como el príncipe Jordan, ¿llegar a su socorro? Ni siquiera puede creer tales palabras.
Él es cómo un ángel, alguien más haya de sus posibilidades y de pronto escucha que le desea tanto como ella a él.
-Eso no es cierto, yo ni siquiera debo existir para sus ojos.-Cierra fuertemente sus parpados, de recordar la vez que intento arrebatar su vida sin titubear la desequilibra por completo, sin embargo en esta situación debe tragarse toda palabra e intentar no arruinar el ambiente.
Porque no desea morir y de ser necesario, entregar su mismo cuerpo.
¡No!
-¿Qué?-Carter eleva una ceja ante su negación rotunda, si ha dicho que si es necesario entregar la vida, el cuerpo suena insignificante a comparación a eso. No le importa con quién sea, no tiene importancia porque ya no es virgen.
Él perderá su interés en ti, no te ama, seguramente debe estar confundido, pero hazle pensar que es amor.
-¿Confundido de qué?
Su remordimiento de matarnos, ese disgusto entre su hermano y su repentino interés en ti.
Frunce el ceño Carter tras oír eso, quiere decir que Jordan aunque aprecie a su hermano, tiene especial interés en Carter por su inclinación del hermano hacia ella, eso suena sucio y egoísta.
Querer de pronto todo lo que tiene Jaden, ¿Qué le asegura que no sea la única?
-Él no es así, no ha hecho más que preocuparse por su medio hermano y Jaden jamás le recompensa por su cariño.
Recuerda a quién por sangre le pertenece la corona, más a un vil usurpador cómo su madre no le toca más que mentir y fingir.
-Eso...es ser muy cruel.-La palabra usurpador es muy dura para alguien como Jordan.
Cruel es asesinar a mi gente.
-Yo leí la historia sobre lo que esta pasando y Jordan no es malo, sólo es un títere de la emperatriz, ha tenido que vivir seguramente de las humillaciones y desprecio injusto de Jaden.-Sisea para sí misma incapaz de ver en los ojos celestiales de Jordan egoísmo alguno.-Aunque comprendo su disgusto, ser tratado cómo basura por la única persona que consideras hermano y conoce tu origen, a mí también-De pronto la voz se le rompió al recordar sus duras palabras y sus ojos repletos de asco.-...me desprecio.
Sintiendo como su pecho se aprieta de sólo recordarlo, de imaginar que pudo sentir algo por él, por alguien que jamás tendría sentimientos reales hacia ella, porque jamás perteneció al linaje real, que idiota, siempre ha sido una idiota.
No quiere llorar más, no quiere derramar una lágrima más por alguien como él, sin embargo su corazón se acuchilla miles de veces de recordarlo, sus besos, sus caricias y lo perfecto que encajan entre ambos, picando sus parpados de la tristeza que la aprisiona y sus palmas temblar de sólo el más mínimo recuerdo.
De pronto pasa una ráfaga de viento cierra sus parpados instintivamente, sintiendo como toda su piel se eriza y su cuerpo se detiene de pronto de los temblores inevitables, relajando su expresión a una neutra y pasa su palma por su rostro, tocando de este como si nunca lo hubiera hecho, al igual que sus dedos y sus hombros.
Resaltando una sonrisa macabramente espeluznante entre la oscuridad de la celda.
-Por fin he vuelto.
ESTÁS LEYENDO
Vals del Destino
Viễn tưởngCarter en un accidente creyó morir despertando en otra época monárquica, sin embargo cuando duerme regresa a su vida cotidiana, con la clave de superar los problemas de sus sueños extraños con la información que posee en su presente, con tal de deja...