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-Ahora todo termino para mí...-Se murmura encerrada entre la celda de metal que no la deja salir, sintiendo sus palmas temblar. Pasar escalofríos a lo largo de su cuerpo y sus ojos nublarse de lágrimas que apoderan la ansiedad, negando con su cabeza su fin, su verdadero fin que no tiene retorno, que por un pequeño instante pensó que el interés que tiene el príncipe por ella la salvaría.

Que equivocada estaba.

Cayendo sobre sus rodillas rendida, no, no puede ser su fin, después de luchar con tanto furor no puede terminar tan rápido su vida, la emperatriz...ella por fin pudo capturarla.

-¡No...!-Se niega rotundamente, no, no puede dejarla irse de manera tan sencilla, a pesar de estar equivocado el príncipe, no puede dejarle pasar el camino tan fácilmente, no sin tropiezo.

Seguramente la señorita Dixon conoce el primer lugar donde están los documentos, sólo le queda volver a su mundo y tener el tercer lugar, no dejará que la emperatriz viva una vida plena, no mientras ella siga respirando. Concentrando en recostarse y cerrar sus ojos, forzando con tal fuerza obtener el sueño, acoplarse a él...pero sus manos no paran de temblar del frío de la noche, la soledad pertinente y sus pies rojos por tener que caminar descalza a lo largo del camino tras la humillación, dejando en el camino su calzado.

Los guardias la trataron cómo la peor escoria al tirar su cuerpo con brutalidad contra la celda, manchando todas sus ropas. Por alguna razón en su otra vida deseaba la muerte, la anhelaba con fervor. 

Cualquier salida de su tortuosa vida pero en este mundo nuevo aprendió que es la familia, el amor y el cariño, a pesar de ser rechazada y excluida miles de veces, jamás pereció porque estaba acostumbrada a ese trato, más el dolor no era tan doloroso como la primera vez.

Su fin, su meta la hacía persistir, soportar, pero desde un principio vio la lucha muy alejada de la realidad, soñar un final feliz era imposible para Hazel Foster y Carter creyó lograrlo.

-¡Qué estúpida soy!-Exclama carcomiendo su garganta de lo destrozada que se encuentra, insertando sus uñas en sus palmas ida de la rabia, punzando sus parpados con tal furor ese sentimiento de agobio dentro de su ser, que es en cuestión de horas su muerte y la muerte de esas pobres personas inocentes.

No, desde que la postularon como concubina su muerte estaba dictada.

¿Qué haría Cedric en ese caso, qué haría con tal de salvar a su pueblo dando su vida?

Se siente tan inútil, inservible a más poder, tuvo tantas oportunidades y ventajas no las supo aprovechar. Cedric hubiera actuado con mayor sabiduría, en cambio Carter dejo el tiempo pasar por miedo a ser capturada y morir por la más mínima sospecha, ahora esta encerrada, sin haber logrado algo productivo y contadas sus horas.

-¡Duerme maldita sea!-Cierra con más furor sus ojos con gran temor al mañana, pasando los minutos eternamente tras la luz opaca de la luna, contando los minutos y su corazón palpitar con furor, jalando de sus cabellos por el inexistente sueño que prefiere despertar en el otro mundo y jamás regresar a este, no, no a esta muerte temprana.

Suena egoísta, suena tan egoísta, sin embargo el miedo a esperar que la cuelguen suena peor que cualquier otra cosa.

-¡Duerme Carter, duerme, dios duerme!-Su mirada se nubla y entierra sus dedos en la tierra bajando su mirada que brota de ella lágrimas pesadas, tan pesadas que humedece la tierra seca, gimiendo en lo bajo arrepentida, arrepentida por primera vez de vivir en ese mundo, de tocarle ese cuerpo.-Duerme, dios, duerme...-Solloza, apretando su pecho del dolor pertinente dentro suyo, jalando de sus ropas con agobio, como si el peso se atribuyera ahí.

Morirás...

-¡No, no, no!-Niega repetidas veces al oír esa voz, esa voz dentro suyo que después de tanto tiempo volvió a oír, no, no puede ser.-No estoy loca, calla, hice todo lo que pude para salvar a su pueblo, luche, pero jamás pude ser capaz, si en la vida real fui un asco, peor aquí, así que soy una estúpida idiota.

No todo esta perdido.

-¿Qué?-Responde Carter, abriendo bien sus párpados húmedos.

Si tienes las horas contadas, no vale la pena persistir con mi cuerpo, si mueres regresarás a tu mundo y habrás logrado al menos algo con tal ayudar a los míos.

-¿Morir...?

La sola palabra hace que pasen escalofríos por todo su cuerpo. Sin darse cuenta que es la primera vez que la escucha hablar más de cinco palabras frunciendo el ceño profundamente, así que podía hablar más, ¿Por qué no le hablo antes?

-¿Por qué no lo haces tú, por qué me apegas a este cuerpo Hazel?-Por primera vez esta comprendiendo la situación, ¿Qué le sucede a su cuerpo real cuando ella duerme? Si Hazel persiste, podría pasarle lo mismo con Carter.-He escuchado suficiente quiero mi vida de vuelta, ¡Jamás pedí este cuerpo!

¿Todo este tiempo le tomo el pelo, jugo con ella? Si esta tan viva cómo ella, porqué, porqué dios, porqué. Volviendo a escuchar ese maldito silencio, ¿Calla, no le quiere responder? Formando puños con sus palmas, tensando su mandíbula de la rabia.

-¡Todo este tiempo pudiste hacerlo tú!-Bufa en risa, completamente ida en la rabia.-Pero no, quisiste joderme la vida con tus problemas.

Un escalofrío recorre hasta su espina dorsal al momento de un viento pasar con delicadeza toda su piel expuesta, palideciendo de pronto al oírla con más claridad en su oído izquierdo.

¡Arrebataste mi cuerpo!

-...-Quedando sin habla.

Tras el golpe con la roca aún pude sobrevivir en el río, salí hasta la orilla extrañamente viva pero una luz en el cielo me cegó, deteniendo mi respirar abruptamente y en la lucha de no morir, detuviste mi corazón, quedando atrapada en este extraño lugar de mi interior.

-¿Yo, yo detuve tu corazón?-Las palabras suenan tan alocadas que imposible de creer aquello.

Deseo con fervor tener mi cuerpo de vuelta, pero mi alma se desvanece con el tiempo, tu alma carcome la mía, tu deseo por no morir carcome mi vida.

-No tiene sentido alguno, ¿Así que no posees mi cuerpo cuando despierto aquí?

Estoy muriendo Carter, mi voz se desvanece y cada que me comunico contigo, muero.

¿Qué?

-No, no puedes morir, tienes que ayudarme a salir de esto, por favor.-Ahora tiene todo el sentido que haya hablado tanto, las horas de Carter se agotan y cada vez que corría peligro, Hazel luchaba con tal de salvar su pueblo, aún en esa situación lucha por su familia, sintiéndose tan mal por ser tan débil.

Busca al príncipe Jordan.

Vals del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora