Cita

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Narra Horacio

Estaba entre nervioso, emocionado y al borde de un ataque al corazón. Realmente Gustabo y yo no hemos tenido una cita formal una en la que a poder ser no nos quedemos encerados en una sucia y oscura habitación temiendo por nuestras vidas o una que acabe con un asesinato a poder ser... sobre el asesinato aún no se sabe nada Conway últimamente nos tiene muy vigilados a ambos, menos mal que hoy tiene horas extras por una reunión por lo que me dijo Gus.

Volviendo a mi dilema ¿Que me pongo? - ¿Puedo pasar? - Oí la voz de Eloisa detrás de la puerta. - Hola - Ey Pequeño Horacio, te quería proponer salir de fiesta hoy que te parece? - emmm.... me encantaría pero ... Tengo una cita. - Eloisa soltó un gritito y se tapo la boca con las manos - ¿Con el rubio guaperas? - Si- Mira como ahora si lo admites eh. Ten cuidado que ahí mucha pájara que te lo va a intentar robar.

- Créeme por eso no me preocupo... lo que si me preocupa es que ponerme. - Déjamelo a mi veamos ¿Cita formal? - No, va a ser algo informal no vamos a ir a un restaurante o algo así... eso creo porque Gustabo es el que lo organiza. - Pues irás informal a medias ni muy informal ni muy formal un punto entremedio. -

Busco en mi armario y luego salió de la habitación para dirigirse a la suya y sacar varias prendas. - ¿Que haces? - Apañarme algo. -

Mire poco combencido el resultado final. Unos banqueros negros rotos y una camisa negra un tanto grande y con brillos negros adornando toda la prenda, tenía la mitad de la camisa por dentro del pantalón y la otra mitad fuera dándole un toque desenfadado.
Además de unas zapatillas mías blancas dándole el toque. - Uff el ribito se va a desmayas hoy se come Horacio. - Pero que dices Eloisa para... - Me mire en el espejo una última vez.

- ¡Toma! - Antes de poder reaccionar Eloisa me puso dinero en la mano. - ¿Que..  no Elo...- Shh silencio... Te portas bien, tienes buenas notas y además mima a mi rubio de ojos azules por mi. - Oye que es mi rubio de ojos azules .... - Eloisa me miró unos segundos y luego empezó a reírse. - No te lo voy a quitar ... jajaja...- No te rías... solo era una broma - Si claro vete anda.

Salí de casa más nerviosa que nunca quería que todo saliese perfecto. Poco rato después vi a Gustabo salir de si casa llevaba una camiseta negra y su típica chaqueta roja junto a unos pantalones militar, cuando llegó a mi me miró de arriba hacia a bajo. - Estas muy guapo. - Gracias... tu también- Yo siempre lo estoy. - Tu no sabes que es la humildad no? - Soy un chico humilde ... pero sexi.

Dimos un paseo y luego nos dirijimos a la sorpresa que según el eran espectaculares. - Puedo mirar ya - No hagas trampas .... no puedes mirar aún . - Tan solo me dejaba guiar por las manos de Gustabo. - Bien quitártelo- Al quitárselos un hermoso paisaje se mostraba ante mí, luciérnagas y un bonito estanque en el cual se reflejaba la belleza y la luz de la luna. - Esto es preciso Gus como encontraste este sitio. - Es mi escondite secreto no se lo digas a nadie es difícil llegar aquí, pero yo encontré una forma de llegar y vale la pena. - Si vale totalmente la pena. - Ven -

Sus manos de nuevo agarraron la mía para guiarme hasta un enorme árbol y después sacar algo de su chaqueta. - ¿Porque quieres una navaja? - Me sonrió y empezó a talla algo en el tronco del árbol cuando terminó pude ver lo que ponía "G×H siempre juntos " - Aww que bonito. - Me merezco un premio no? - ¿Premio?

Gustabo dio un paso más hacia mi y bajo sus ojos hasta mis labios. - Un premio por ser tan dulce créeme eres el único que se merece que lo trate así. - Me reí y me atrevía dar otro paso hacia Gus que lo sorprendió. - Debería recompensar a este dulce chico. - Me acerque aún más y le di un corto y tímido beso en los labios. - Wow que Atrevido yo hablaba de invitarme a cenar pero bueno. - Frunci el ceño y me di la vuelta para irme.

¡Oye! Perdón bebé era una broma- Déjame... - Use una voz muy infantil eh hice un puchero evitando a Gustabo que me estaba abrazando eh intentando que lo mirase a los ojos, pero no podía si lo miraba perdería.

Al final acabo convenciendo me y terminamos cenando en una amburgeseria, dimos una vuelta por la feria, jugamos en unos juegos de explotar globos lanzando un dardo para intentar conseguir un peluche.... Yo no di ni una pero Gustabo consiguió dos peluches, que me regalo. También juagas en otro puesto ese era con pistolas cargadas con corcho y tenías que dar en la diana este si que gane un peluche enorme pero Gustabo la verdad la puntería no es lo suyo.

Cuando ya habíamos montado en algunas de las atracciones, comido algodón de azúcar y jugado en varios puestos más nos fuimos alejándonos de la música y el ruido que habia en la feria.

Mientras caminábamos de regreso a casa hablamos y reímos como siempre por cualquier bobada.

Horacio no te rías tengo la puntería en el escroto, pero bien que eh ganado 2 peluches. - El que yo eh ganado es aún más grande - Pues devuélveme mis peluches - No... - Llegamos a la puerta de mi casa, Gustabo sujeto los peluches mientras yo abría la puerta.

Luego me paso los tres peluches. - No quieres quedarte con uno? - Gustabo los miro y negó- No me gustan - Pero si son adorables. - Si quiero ver algo adorable te veo a ti. - Me giño un ojo y me dio un libero beso en la mejilla - Que descanses, lo eh pasado genial. - Sin esperar una respuesta de mi parte se alejo dándome una sonrisa antes de entrar a casa y dejarme en el marcó de mi puerta recostado y con las mejillas al rojo vivo.

Me gustas...   Gustacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora