Extra part 3

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Horacio

Abrí los ojos con un dolor de cabeza horrible. De inmediato noté que estaba en una silla, atado y con un saco en la cabeza.

- Igor puede encargarse de quien le molestó, amio. No tiene porqué moliestarse. -

- De él quiero ocuparme personalmente. José quítale el saco a nuestro invitado. -

La voz de Carlo resonó en toda la habitación, junto con los pasos que se acercaban a mi.

Una vez desapareció el saco que cubría mi cabeza, la luz me cegó, aún así pude distinguir cuatro figuras.

- ¿Qué cojones? ¿Carlo qué es esto? Al rubio no le va a gustar tu bromista ¿Por qué lo has traído hasta Londres? Le prometiste a Toni que no darías problemas. - Supe que era Hai por acento, aunque me sorprendió mucho el hecho de que no supiesen de mi secuestro.

No intente soltarme, ni si quiera me puse nervioso o estaba asustado, no era mi primer secuestro.

- ¿No lo sabías querido Hai? Tanto respeto y tanta mierda para que os mienta en la cara. No lo traje yo, vino sólito y Gus lo sabe, lo escondió de todos, cuanta confianza nos tiene ¿no? - Dijo de forma irónica.

Hai me miró y luego a Carlo.

- Lo entiendo, si nos hubiéramos enterado te lo habríamos contado y tu habrías hecho justo esto. Además nosotros tampoco le contamos que tu venías, Gustabo creé que sigues en Italia. -

- Si que lo sabe. De algún modo se ha enterado, ya descubrire quien tiene la lengua tan larga como para ir divulgando información. -

Los tres se encogieron, hasta yo sentí su aura amenazante, pero no era ni de lejos más temible y perversa que la de Gus, lo he presenciado muchas veces, nunca a sido hacia mi, pero si delante de mi hacia otros.

- Se nota que te entrenó bien el FBI, no estás nada nervioso, cosa que deberías estar. Voy a demostrarte que a mi ni Gustabo, ni Toni, me detienen de hacer lo que quiero. -

Lo miré con una expresión de aburrimiento.

- Vale ¿Cuándo acabarás de jugar? Tengo una cita. - Dije desinteresado.

Carlos sonrió y miró a los tres hombres junto a él.

- Igor, trae la cámara y las herramientas de tortura. - Ordenó al semi-androide.

- Si, amio.-

Lo seguí con la mirada hasta que lo perdí vista tras una puerta de metal oxidada.

- Nos vamos a divertir - Cantureó Carlo mientas se ponía una chaqueta de plástico que le llegaba hasta los pies y unos guantes de goma.

- Carlo, no. - Intervino Hai evitando que se me acercara.

- Tu no me mandas y te recuerdo que en estos momentos la organización es un 65% propiedad de los Gambino, somos los que más dinero generamos y los que mantenemos esta organización respetable, así que en cuestión de jerarquía, ante mi eres igual a Igor. -

Noté la molestia de Hai y la tensión entre ambos.

- Haz lo que quieras, pero tu hermano va a saber esto, tu lo has dicho, es un 65% de los Gambino, Tony tiene todo el derecho a saber que acorde en su organización. -

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