Me gustas... Gustacio

Final del trayecto 2/3

Horacio

Mire a Yun como si de un extraterrestre se tratará, me tranquilizó ver que mis tres compañeros también lo miraban de igual forma, eso significaba que no está alucinando.

Pero...

¿Que hacen aquí? ?A caso no saben que este es el lugar menos adecuando para estar? Puede que Gustabo haya muerto, pero ellos siguen estando en busca y captura, poner un pie en Los Santos es como auto-esposarse.

– Vaya, pero si es Yun Kalahaly. Cuéntame... ¿Ahora eres tú el Rey del circo? – Siseo con odio, Conway.

Él culpaba principalmente al grupo de Gustabo de su muerte, a sí mismo y al propio Gustabo.

– Me encantaría decir que si, pero no es así. Mucho tiempo sin verlo vejestorio.– Respondió Yun con sonrra.

– Vete a la puta mierda, os voy a despellejar uno a uno y me voy a hacer un abrigo con vuestra  puta piel. –

– Que amable. La última vez que fue así de amable fue nos pillo a Gustabo y a mí fumando en su salón. – Se rió el chino.

– Cierra la puta boca, no te atrevas a mencionar su nombre. Ni tú ni ninguno de tus perritos del circo. Sois culpable de su desdicha, jamás debió conocer a una panda de hijos de puta como vosotros. –

– Si, somos unos hijos de puta... Pero él era el rey de los hijos de puta. ¿Debo recordarle quien es nuestro líder? – Preguntó Yun.

– Era – Lo corregí.

Yun me miró en silencio, la sonrisa desapareció de su rostro y sus ojos disminuyeron en cuanto brillo divertido.

– Era... Aun no me acostumbro a ello. Bueno basta de tonterías... Chicos, adelante. –

Todos excepto 4 se quitaron la máscara.

Había gente que reconocía y otra que no.

– Ostias. Más de uno debería volver a ponerse la máscara y no quitársela nunca, le haría un favor al mundo. – Bromeó Greco.

– A lo mejor le hago otro favor al mundo enterrandote una bala entre las cejas ¿Que tal suena? – Amenazó con una oscura sonrisa, Manolo.

Todos estaban muy distintos.

– Me encanta la idea, pero tengo cosas más importantes que hacer. ¿Que tal si pides una cita? A lo mejor te la Dan para este Martes 5 del dos mil veinti-nunca. – Respondió Greco del mismo modo.

– No soy muy paciente, prefiero el "ahora o nunca". Y la balanza esta muy desnivelada, va ganando el ahora. – Manolo dijo la última palabra antes de que Yun hiciese un movimiento de mano y este asintiese.

– Por cierto, Volcov. Enhorabuena por el ascenso, llegamos un poco tarde, pero mejor tarde que nunca. – Hablo esta vez Sergismundo.

Hace tiempo que no lo veo... En realidad no se que siento al verlo, solo se que ya no es esa nostalgia de volver a ser amigos... Me genera rechazo.

– Que filosóficos estáis todos. ¿Qué queréis de nosotros? Sed rápidos y claros no tengo paciencia ni tiempo para visteis jueguecitos. –  Aclaro Valcov.

– ¿Nosotros? – Preguntó Yun con falsa inocencia e ingenuidad. – Nada – Añadió con una sonrisa.

– ¿Estas de coña? – Pregunté irritado.

Desde que me quitaron la venda sentía que todos me miraban con intensidad, incluso pude ver un poco de incredulidad cuando hacía acto de presencia. Era como si no se creyese lo que veían, que en ese momento era yo.