Cumpliendo objetivos.

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Gustabo

Después de cambiar de ropa y coche conduje hasta la playa donde salí a respirar algo de aire fresco.

Después de lo de Horacio tengo una cosa clara, este Gustabo no puede protegerlo, ni a si mismo. Pero el otro Gustabo, jefe de una organización, si puede hacerlo.

Así que es hora de recuperar todo poco a poco y restaurar el orden de mi puta ciudad, y para ello cuento con punto a mi favor, todos los bandos que me persiguen cometen el error de subestimarme, el único con el que podría tener algún problema es Conway, los demás son como un juguecito que voy a acabar ya.

Apague el cigarrillo y subí al coche, en unos minutos tengo una reunión con los Gambinos, les seguiré la corriente por ahora, no se que quieren de mí, pero aunque me joda admitirlo, los necesito, son fuertes y les vendrían bien a mi organización, además no se fían de Nadando y de mí si, grave error.

Llegue al punto de encuentro y baje sin máscara ni nada ¿Que tengo que perder? O esto me sale bien o no no hay punto medio en el cual voy a la cárcel y Horacio me visita hasta que un día se cansa y deja de venir.

Antes de perder la libertad prefiero morir.

- Hola guapo. - Saludo el menor de los Gambino.

- Buenas - Salude con una falsa y bien actuada sonrisa.

- Hola ¿Cómo estás? - Preguntó el mayor de los hermanos.

Solte una risita y me recoste en una de las paredes de aquel hangar.

- Bueno... Creo que ya debéis saberlo, por lo que veo sabéis muchas cosas. - Respondi con ironía.

- Tienes razón, la verdad me lleve un chasco al ver que no estabas soltero, pero si es algo que no sabemos es lo qur piensas eres difícil para leer, incluso para mí hermanito y créeme Tony es capaz de leer hasta a los más enigmáticos. - Dijo divertido, Carlo.

- ¿A si? Pues somos iguales... solo que a mi no se me escapa ninguno. Vale, dejémonos de tonterías, sed directos Gambino que queréis de mí, sed completamente sinceros, de lo contrario lo sabré y está absurda reunión no servirá de nada. - Les dije.

- Te queremos a ti - Dijo Carlo con el rostro serio, loq ue me dio a entender que no bromeaba como siempre.

Mire a Tony y este asintió de la misma manera. Solte una risa y después otra.

-¿Que es gracioso? - Preguntó Tony.

- Vosotros - Respondi con una sonrisa.
- ¿Os habéis enamorado los dos de mi a primera vista? No os juzgo soy muy sexi, pero no me interesais y mucho menos un trío con dos hermanos. - Bromeó.

Carlo me miró con una sonrisa coqueta y Tony evitó mi mirada algo sonrojado.

- ¿Y esos pensamientos Gustabo? Además ¿Por qué no? Tony podría ser..-

- Carlo... - Lo llamo Tony con un tono enfadado. - Vamos a ver, eso no es a lo que me refería. Queremos tu palabra y lealtad. Ya sabes de donde venimos, no pudimos disfrutar el poder y el dinero que teníamos, queremos recuperar ese poder pero mantenerlo algún tiempo más prolongado. No queremos una parte lo queremos todo. -

Asentí.

- ¿Algo más? - Pregunté.

- Tu ayuda para conseguir ese todo, no se porque, pero si el hijo del superintendente de esta ciudad, es jefe de una organización tan poderosa. No me puedo ni imaginar trabajar con mi padre el cual está en mil movidas policiales, FBI, CNI y lo ya mencionado, que su hijo sea el delincuente que más por culo da en su ciudad, tu papá debe estar muy enfadado. - Dijo Carlo.

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