Me gustas... Gustacio

Engaño

Narra Horacio

Gus me había estado ayudando estos días dándome información de por dónde se movían estos tipos y tal, fue cuestión de tiempo encontrar su sede. Traficaban con drogas así que suponían una competencia para ... Gus, de todos modos es mu deber arrestarlos. Una vez tube todo bien preparado era hora de hablar con Conway del caso y preparar así una redada.

Nervioso subí al coche para pasar a por Gus. - Buenas Perla. - Hola, Horacio tarde como siempre. - Pero si he venido en cuanto me has llamada. - Si claro, media hora después. - Gustabo odiaba esperar siempre que pasaba a por el para ir juntos a trabajar o lo que sea era conveniente ir lo más rápido posible si no se enfada.

- Hoy le diré a Conway lo de la mafia... - ¿¡Que!? - Mire a Gustabo que estaba alterado. - Tranquilo, la otra mafia... ¿crees que te traicionaria Gus?- Dije algo apenado - No, no es que estaba pensando en mis cosas y escuche eso y no se... ¿Estas seguro? El viejo se enfadara contigo por hacer una envestigacion a sus espaldas. - Le diré que creía que habían polis implicados... sobre eso a parte de ti quien más de la poli hos ayuda. -

Gustabo me miró con esos maravillosos ojos azules, la verdad ya no me importaba la respuesta solo esos bonitos ojos. - Mira a la carretera Horacio... ¡Cuidado! Que mal conduces peor que Leonidas - Es culpa tuya me himpotizas con esos ojitos Gus. - Lo mié rápidamente de nuevo esta vez su mirada era diferente... ¿Que le pasa?

Al llegar a comisaría lo detuve en las escaleras. - ¿Que te pasa? llevas callado todo el rato.- Gustabo se encogió de hombros. - Nada... solo. - Se acerco a mi y mi corazón comenzó a latir fuertemente, aun no me acostumbraba a su cercanía, puso su mano tapando mi oreja y hacerco sus labios a esta seguramente no querría que nadie más lo escuchase. - Los chicos no están muy contentos con que tu lo sepas... Al menos tres de ellos, pero tranquilo se les pasará... quieren que hagas una prueba de lealtad.-

Lo que dijo no era para nada bueno, pero no pude evitar sonrojarme y mirarlo tímidamente. - Oye ¿Porque te pones así? No que te hubiese dicho al guarro. - Guuus no me susurres así al oído... me pones nervioso. - No sé por qué dije eso ahora será peor, vi su traviesa sonrisa y como se volvía a acercar pero no me moví. - ¿Te hago cosquillas? - Soplo ligeramente haciendo que se me pusieran los pelos de punta.- Mira lo que has echo. - Pareces un tomate que facil es hacerte sonrojar... eres muy tierno. -

Dicho eso siguió con su camino. - Gu...Gustabo no puedes decir eso y largarte esperame. - Cuando lo alcance pase mis dos manos por sus hombros y cuello, aproveche que el estaba de espalda para bajar mi mano y subir su camiseta. - Para ¿Que haces? - Solo quiero ver. - Volví a subirla y me asome por encima de su hombro mirando hacia abajo, para que mentir mi novio esta mamado incluso diría más que yo.

Me dio pellizco la mano haciéndome soltar su camiseta. - Sueltame que quiero ir a cambiarme. - Asentí y lo solte era hora de hablar con Conway, estaba nervioso. Antes de tocar su puerta apareció Gustabo. - ¿Que... - Tiro de mi nuca hacia adelante y me beso, lo mire extrañado y atontado. - Que no te asuste el viejo... ladra mucho pero suele morder poco. - Dicho eso toco la puerta y salió corriendo. - Nooo Gus, aun no estaba listo... aún que bueno lo dejaré pasar por ese beso, estaba en las nubes sonriendo a la nada tanto que la puerta ante mi se abrió y no me di ni cuenta.

- Inspector Horacio ¿desea algo? - Mire a Volcov y aún embobado respondi. - Si, a Gus... - Mi mirada chocó con la sería del Superintendente que estaba en sentado en su silla, haciéndome avegonzar por soltar eso delante de él. - ¿Cómo dice? - Pregunto Volcov de nuevo, sabía que se había enterado la primera vez, la pregunta era un tanto amenazante. - A Gus. - Repetí en voz baja para evitar que Conway lo escuchase y entre con los archivos y pruebas. - Conway buenos días... Tengo algo que decirle. - Antes que nada ... sabes que esto es una comisaría no un bar de citas. - ¿Lo sabe? ¿COMO? Bueno no es que lo escondemos mucho... nada diría yo.