Me gustas... Gustacio

¿Policia?

Narra Gustabo

La comisaría era un lío todos corrían de un lado a otro preocupados, un policía había desaparecido y aunque yo supiera su paradero y su destino también estaba nervioso, Conway estaba a otro nivel gritaba a cualquiera y a la mínima sacaba la porra enfadado. Horacio no se como pero también se entero de que mi grupo tenía al policía estaba entre la espada y la pared, soltar al policía sería muy raro , pedir un rescate arriesgado y matarlo sería como poner una puta diana en nuestros traseros y deciles a los policías adelante disparar... aún que también nos haría ver más poderosos unos mafiosos que matan a un policía por la cara... joder no se que hacer Nadando quiere negociar y sacar algo de este infortunio, al parecer el policía es un chaval recién admitido un alumno, que no sabía donde se metía se vio envuelto en una reunión mafiosa y pum esta entre la vida y la muerte, Yun quiere matarlo para demostrar lo poderosos que somos, el resto está dividido, Horacio quiere que lo suelte y yo... no lo sé.

- Gustabo ¿podemos hablar?- Mire a Horacio ¿que hace por que me habla en comisaría? Se supone que nos odiamos. - Que cojones quieres imbecil. - Mira payaso solo te hablo por que Conway me ha pedido que te llame sino ni te miraba. - Algunos compañeros cotillas nos miraban disimuladamente... o eso creían que hacían, porque se notaba a kilómetros que nos estaban mirando. - Bueno, pero le baja don tonito chaval. - Haber si te voy a bajar yo a ti la cara rubiales. - Mira quien hablo el creatitas me la paso por ... - ¡¡Suficiente!! - Joder Volcov que susto. - Gustabo sígueme, usted inspector jefe debería hacer su trabajo. - Lo hago Conway me ha pedido que llame al imbecil. - Hable con respeto es ahora usted su superior. -

Volcov camino y Horacio y yo lo seguimos en silencio cuando ya no había nadie al rededor y Volcov estaba lo suficientemente delante susurro. - No hacía falta meterse con mi cresta. - Tu eres el que biene a hablarme. - Se me olvidó da gracias que no te abrace delante de todos, no me acostumbro. - Bueno no pasa nada. - ¿Que habéis decidido sobre aquello? - Aún no lo se... puede que te haga caso. - Horacio sonrió y ambos entramos simulando estar cabreados.

- Estaban peleando de nuevo. - Volcov como te gusta chivatear todo. - Es mi trabajo, no es personal. - Bueno dejemos eso aparte, Gustabo. - ¿Que? - Me senté sin darle mucha importancia a su sería expresión. - En primer lugar Horacio y tu habéis sido seleccionados para el entrenamiento F.C.I, luego hos explicará Volcov de que va, nosotros dos hos acompañaremos ... Greco estarás al mando de la comisaría mientras tanto, aun que no nos iremos hasta resolver el problema del alumno desaparecido. - Greco que también estaba presente asintió. - Señor yo voy a organizar la maya y que continue la búsqueda. -

- ¿Cuanto durará el entrenamiento ese? - Hablé sin darle mucha importancia. - Una semana. - No voy. - Tu no decides vas al entrenamiento o te vas a la puta calle. - ¿Y si lo dejo que? Estoy hasta los cojones que me amenaces con echarme siempre, dale hazlo... lo dejo. - Crees que puedes dejarlo porque quieras, Gustabo eres un pequeño peón que no quiero mover aún si no date por olvidado. - Me reí secamente. - ¿Un peón? No te da vergüenzas decirle esto a tu hijo. - Conway se quedó callado. - Suficiente por hoy vete a seguir patrullando y deja de causarle problemas a Volcov no es tu puta niñera. -

Solo te importa que le cause problemas a Volcov, peón en que momento pase de ser tu hijo a un peón... en que momento... - Sabías que el rey sólo no puede hacer mucho un peón puede matar a un rey si se convierte en reina. - ¿De qué coño hablas ? - Deberías fijarte bien en cuantas fichas tienes y si realmente el peón esta bajo tu mando... si para ti soy un peón pues seré un peón. - Uno que acabará con su propio rey.

Me levante dispuesto a salir de ahí. - Gustabo, eres un peón que está protegido, no me hagas desprotegerte para defenderme y solo quédate quieto. - Mire hacia a atrás. - Nunca me proteges solo lo empeoras más. - Dejé a los tres allí y baje las escaleras echando humo, estaba cabreado necesitaba desahogarme.