Capítulo 28: Cambio

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—¡Detente, por favor! —sujetó con suavidad y fuerza el brazo de la Tercera Luna Superior. —No sigas, Hakuji-san...

Abrió sus ojos con sorpresa cuando vio a una chica al lado de él, se sentía nostálgico pero no sentía nada por ella; solo estaba en su camino y eso le disgustaba.

Con desdén se zafó del agarre de aquella mujer con broches en el pelo con figuras de copos de nieve dispuesto a seguir con su pelea.

—Yo no soy él.

Nuevamente, sintió como alguien más grande sujetaba su hombro firmemente, como si se tratara de alguien de quien se está orgulloso.

Lo escuchó y por reflejo golpeó aquella ilusión tratando de borrar todo rastro de desagrado causado por aquellas visiones que tenía, no lo entendía, ¿Por qué veía a esas personas? ¿Quiénes eran? ¿Por qué lo llamaban Hakuji?

—¿Acaba de golpear al aire? —lleno de confusión, Kamado se cuestionó, no había razón para que el demonio hiciera eso.

Tragó saliva cuando la mirada de Akaza se posó sobre él con un rostro y un aura de un verdadero asesino que no tenía piedad con nadie. Quería destruirlo.

—Eres asqueroso, Tanjirō, realmente quiero matarte. —seriamente, comentó Akaza dando así otra vez comienzo a la pelea.

❄🔥

La batalla entre Tanjirō y Tomioka contra Akaza era brutal, incluso la desesperación de ambos cazadores comenzaba a salir a flote, sin embargo, aquel sentimiento se desvaneció cuando la cabeza del demonio fue cortada por Kamado.

"Perdiste"

—No, todavía puedo pelear, todavía puedo ser más fuerte. —expresó Akaza al borde de la locura.

"¿Y por qué?" habló con seriedad. "Ya no tienes nada que te importe en esta vida... Ya no tenemos nada porqué pelear."

—¡Cállate! —se enojó. —Yo todavía tengo a... —justo antes de terminar su oración se detuvo, lo había recordado, Kyōjurō ya estaba muerto, ya no existía en este mundo y él había sido el causante de su propia pérdida. Ya no tenía motivos para seguir; estaba solo.

"Terminemos con esto, Akaza".

—¿De qué estás hablando?

"Es mi turno".

—¡Pude regenerar mi cabeza! —se desesperó. —¿Y me pides eso?

"Ellos están aquí por mí, no por ti, tu ya tuviste demasiado tiempo.  Es lo justo".

—...

Por otro lado, Tanjirō observaba y se defendía ante la situación al igual que el Pilar del agua, ¿Cómo es que el cuerpo de Akaza podía seguir si ya le habían cortado la cabeza? Incluso ya se había regenerado media cabeza y en ese estado, estaba dando una dura pelea.

"Es hora de darle fin".

—De acuerdo. —vencido, Akaza suspiró sin nada más qué hacer, sin dar más contras ante la petición, tenía sentido, era hora de llegar al final del camino.

🔥❄

—¡No te preocupes por mi, Tanjirō! —gritó Tomioka mientras veía como el demonio iba a utilizar una técnica poderosa.

"Va a usar la misma técnica que utilizó contra Rengoku-san!" pensó Tanjirō, tanto así que no se le pasó por la cabeza dos veces cuando ya se había abalanzado contra Tomioka para alejarlo de la Tercera Luna Superior lo más que pudiera. —¡Giyuu-san!

Y justo en ese instante, al ver a Akaza por la espalda mientras se alejaba de él, pudo olerlo, algo había cambiado. "En ese momento ¿Su olor era de agradecimiento?... " Pensó y no comprendió el motivo del por qué cambió radicalmente su aroma.

El pelirrosa, había lanzado su técnica más fuerte contra sí mismo, quería detenerse y aquello provocó desconcierto en ambos cazadores.

—¿Por qué?... —expresó el más bajo.

—... —por otro lado, Tomioka tampoco entendía que sucedía.

"¡No te regeneres!"

—¿A dónde va? —preguntó el pelirrojo observando como Akaza caminaba hacia un punto del sitio donde se encontraban y se arrodillaba después de regenerarse casi por completo de su último ataque.

❄🔥

—¿Ya no te duele nada, papá? ¿Ya no sientes dolor?

—Estoy bien, gracias, Hakuji. —el nombrado se arrodilló.

—Haz hecho suficiente, Hakuji-san, gracias. —con suavidad, sujetó el rostro del hombre arrodillado y él, al verla todo rastro demoníaco se fue desvaneciendo rápidamente.

—¡Lo siento! —sin pensarlo, el chico antes de cabello rosa ahora de cabello negro y ojos azules abrazó a aquella dulce chica. —¡Lo siento, Koyuki, lo siento!

—Bienvenido de regreso, mi esposo. —y con esa última frase, Akaza comenzaba a desintegrarse desapareciendo poco a poco sin dejar rastro.

Ambos cazadores al notar eso, respiraron con alivio y cansancio.

—Se acabó... Rengoku-san, se acabó... Senjuro-kun, ahora Rengoku-san podrá descansar en paz.

❄🔥

Estaba completamente oscuro, no podía ver nada más allá de unos cuantos metros.

—¿Qué vas a hacer? —cuestionó Hakuji a Akaza.

—Ya no queda nada por hacer... —derrotado, exclamó como si nada. —Así que tu eres el idiota que estuvo molestándome todo este tiempo.

—Era necesario. —dijo Hakuji.

—No puedo creer que fueras tu, mi lado humano... ¿Pero por qué no regresamos a ser uno de nuevo? —con confusión, Akaza habló. —Es como si nuestra alma se hubiera dividido en dos.

—Eso parece. —comenzó a caminar hacia adelante.

—¿A dónde vas? —cuestionó Akaza.

—Mi esposa, mi maestro y mi Papá me están esperando... Ellos decidieron quedarse en el infierno conmigo. —sonrió Hakuji, no estaba solo.

A lo lejos se podía observar como tres personas esperaban a alguien y ese era Hakuji.

—¿No vienes? —el pelinegro preguntó.

Con una sonrisa triste, Akaza solo pudo decir una cosa. —No hay espacio para mí con ustedes.

—Entiendo. —y con eso último, Hakuji se dirigió con su familia.

Asimismo, Akaza podía ver como poco a poco aquellas cuatro personas se iban perdiendo en la oscuridad, suspiró y habló a la nada.

—Supongo que yo también debería ir. —comenzó a caminar entre la oscuridad de ese lugar recordando por todo lo que había pasado, pero solo se arrepentía de dos cosas: de que Kyōjurō jamás le sonrió y de haberlo asesinado.

Estuvo caminando por unos minutos, cuando sintió que algo cambiaría su sentir.

—Akaza.

Se detuvo en seco al escuchar esa voz, podía reconocerla donde fuera y cuando sea, estaba seguro de que jamás la olvidaría. Giró su cabeza y su espalda un poco para ver si no se equivocaba y ahí lo vio, era él.

—Kyōjurō...

ArrepentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora