Arrepentimiento

Capítulo 1: Tranquilidad

La noche ya estaba por llegar, el clima era cálido y se notaba que la luna tendría un hermoso aspecto; esas lunas que brillaban tanto como para iluminar la oscuridad de la noche.

Lamentablemente, después del atardecer era más probable que cayera la desgracia sobre las personas que solo querían y trataban de sobrevivir y llevar una vida armoniosa. Cualquiera desearía vivir en paz.

Esa misma noche, el pilar del fuego y el pilar del sonido se encontraban en una de los pequeños locales para tomar alcohol ya que Rengoku hace unos cuantos meses había cumplido la edad suficiente para beber y el extravagante Uzui no se iba a quedar quieto por lo que, decidió invitarlo a tomar alcohol.

—¡Vamos, Rengoku! —animó el pilar del sonido con una enorme sonrisa mientras se servía más sake. —¡Por fin tenemos tiempo libre y debemos utilizarlo extravagantemente!

—¡Sabroso! —más que nada, el rubio se dedicaba más a comer que a tomar alcohol y es que, aunque muchos no lo supieran él era débil ante las bebidas alcohólicas. —Pero es bueno tener una noche de descanso y comer hasta reventar.

—Tienes razón, después de estar de un lado a otro es reconfortante relajarnos... —se tomaba el sake como si no fuera nada. —Es una pena que los demás estuvieran ocupados, hubiera sido vistoso estar todos juntos tomando sake como si no hubiera un mañana. —el peliblanco miró de reojo como su compañero hacía leves muecas casi imperceptibles al tomar el alcohol.

Entre más pasaba la noche, más bebían lo que significaba que la resistencia al alcohol del pilar del fuego se iba deteriorando al punto de quedarse dormido en el lugar, por otro lado, Uzui lo observaba con una sonrisa maliciosa. —No soportas el alcohol, pero la cuenta va por mi parte esta vez, la próxima tu me invitaras a mis esposas y a mi. —se levantó de su lugar se acercó a un dormido Rengoku y lo cargó en su espalda para después salir del pequeño local.

—Sabroso... —balbuceó el rubio tirando saliva en el hombro de su amigo. El alcohol sí que le había afectado. —La comida de mi hermanito es la mejor...

“No sabía que hablaba dormido” pensó con un pequeño tic en el ojo debido a que su ropa se estaba llenando de la baba del extravagante y llamativo Rengoku Kyōjurō, en ese momento se detuvo a mitad del camino. —¡¿A dónde se supone que lo voy a llevar?!

—¡Nueva misión para Uzui Tengen! —gritó el cuervo que recién llegaba deteniéndose en frente del hombre más alto. —¡Dirígete a las montañas del sur!

—¡¿Qué?! —se enojó, su noche libre se había desintegrado.

—¡Dirígete a las montañas del sur! —exclamó de nuevo el cuervo.

—Sí, sí, sí, te oí la primera vez. —suspiró con fastidio, tenía que dejar a su amigo por ahí ya que no estaba en condiciones para caminar.

Sin pensarlo mejor, caminó hacia una casa de reposo para dejar a su amigo y así lo hizo, en cuanto lo dejó recostado en el futón salió de ahí con el objetivo de asesinar al demonio que había interrumpido su gran noche. —Buenas noches, Rengoku, ten un sueño de lo más extravagante. —dijo a la nada mientras corría a una gran velocidad.

Por otro lado, Rengoku dormía placidamente y lo más probable era que al día siguiente tuviera una resaca horrible, de un momento a otro, el rubio se despertó debido a un ruido que había escuchado y aunque sus sentidos no estuvieran al 100%, estaba en disposición de pelear si era necesario.

—No pensé encontrarte aquí, Kyōjurō. —Se escuchó una voz masculina que estaba emocionada pero a la vez relajada que provenía de la ventana.

A la mañana siguiente Rengoku despertó como si nada hubiera pasado y es que, en realidad no podía recordar nada en absoluto de la noche anterior, lo último que recordaba era que estaba bebiendo sake con Uzui en un local.

Se estiró con una sonrisa. —El día tiene buen aspecto. —Dijo para sí mismo mientras observaba la ventana.

No bastó mucho tiempo para darse cuenta de su situación, algo andaba mal y podía sentirlo en su cuerpo.

—¿Por qué estoy desnudo? —se cuestionó en shock.