El tren comenzó su marcha adentrándose en la oscuridad de la noche lejos de aquella estación donde se encontraba la gente y, dentro del mismo, estaban los cuatro cazadores encargados de asesinar al demonio que provocaba el caos.
Al lado del chico que viajaba con su hermana demonio, estaba sentado el actual pilar del fuego tal parecía que, tanto Kyōjurō como Tanjirō habían hecho "Click" entre ellos; se había formado un buen lazo.
Después de su conversación de las "respiraciones", Kamado tenía una duda que rondaba por su cabeza, sentía la necesidad de preguntarle al pilar sobre ello ya que no era usual que un hombre tuviera un olor muy parecido al de una mujer embarazada.
Giró su cabeza y vio a Rengoku con los ojos cerrados pero con una sonrisa tranquila en su rostro, quizás solo estaba llevando su imaginación más allá de lo que debía.
—¿Puedo preguntarle algo, Rengoku-san? —con un poco de nerviosismo Tanjirō preguntó atrayendo la atención del mayor.
—¡Por supuesto! —alegremente respondió el rubio.
—Bueno, tengo muy buen olfato y me preguntaba por qué su olor es distinto al de la reunión de la última vez. —El pelirrojo no sabía como abordar la pregunta sin plasmar un aire de incomodidad entre ellos.
Aquello sin duda había atraído su atención, ¿Qué quería decir con eso? Sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando entendió lo que quería decir el joven pelirrojo.
—¿Rengoku-san? —se confundió al no obtener respuesta, por un momento creyó que había preguntado algo que no debía.
—¿A qué te refieres con eso, Joven Kamado? —Rengoku quiso afirmar sus sospechas.
—Su olor es parecido al de una mujer embarazada, mi mamá tenía ese olor cuando estaba embarazada de mis hermanos... —Abrió los ojos con sorpresa. —¡Ya sé! ¿Rengoku-san, usted tiene novia?
—¿Novia? —Abrió sus ojos con sorpresa. —No, actualmente no estoy interesado en tener pareja,
Joven Kamado, tal vez solo se me impregnó el olor de otra chica cuando venía para acá.La respuesta del pilar del fuego no lo convenció del todo pero quién era él para preguntar sobre la intimidad de los demás por lo que prefirió dejar el tema de lado. —Tiene razón, tal vez sea eso.
Un silencio se formó entre ellos y durante ese tiempo, Kyōjurō solo pudo pensar en los resultados, ¿Y si lo que decía el Joven Kamado era cierto? No, no podía sacar especulaciones de algo como eso, necesitaba verlo con sus propios ojos y que mejor que Shinobu para demostrarlo; Aún así, seguía en duda lo que iba a hacer si el resultado era positivo pero, si el resultado era negativo, se desmayaría del alivio.
De un momento a otro, todo se había quedado en silencio, Tanjirō dormía recargado en el hombro de Kyōjurō y éste último tenía levemente recargada su cabeza en la del pelirrojo. Ambos estaban sumamente dormidos.
🔥❄
Dentro de la fortaleza infinita, se encontraba Akaza arrodillado antes Kibutsuji; Esperaba las órdenes de su Señor.
—Akaza, dirígete al tren infinito y mata a todos los cazadores que veas. —Ordenó con seriedad. —Enmu está ahí, pero es demasiado débil para derrotar a un pilar. Hazte cargo de eso.
—Como ordene, Muzan-sama. —Dicho esto último, Akaza apareció nuevamente donde estaba antes de ser llamado a la fortaleza. Un bosque completamente oscuro.
Caminó fuera del bosque y ahí notó las vías del tren, fue entonces que sintió un cosquilleo en el estómago lo que provocó que sonriera. —Tengo la sensación de que va a ser una gran noche. —y sin más, agarró rumbo hacia donde iba el tren infinito.
❄🔥
La misión había resultado bien, no hubo ninguna víctima y el demonio que había resultado ser una luna inferior había sido asesinado.
—¡Joven Kamado! —llegó Rengoku hacia el frentón que yacía herido en el suelo.
—¡Rengoku-san! —y sin más, se dispuso a seguir las instrucciones de su superior para detener la hemorragia. —Gracias...
—No hay problema. —habló el rubio con una amable sonrisa.
Y como si fuera obra del destino, un gran estruendo se escuchó a la espalda del pilar del fuego provocando que, tanto Kyōjurō como Tanjirō observaran de donde había provenido aquello.
—La Tercera Luna Superior... —Dijo Tanjirō con sorpresa y temor, esto último se podía sentir en el aire. —¿Por qué está aquí?
Tanjirō no alzcanzó ni siquiera a parpadear cuando el pelirrosa ya estaba a punto de reventarle la cabeza de un golpe, sin embargo, Kyōjurō reaccionó con velocidad y con su espada, le partió el brazo a la Luna superior provocando que se alejara.
—Bonita espada.
Habían intercambiado unas cuantas palabras cuando el rubio se presentó:
—Soy el pilar del fuego, Rengoku Kyōjurō. —dijo serio.
—Y yo soy Akaza.
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Arrepentimiento
Fanfic¿Los demonios tienen sentimientos?, ¿Son capaces de sentir? Por primera en su larga vida como demonio, Akaza fue capaz de sentir y experimentar lo que los humanos llaman sentimientos.