Pietro
Una noche estrellada a través de los vidrios del restaurante, un poco de vodka y un vino caro mientras se espera la comida.
Esa mirada asesina podría matarme en cualquier momento y no me molestaría.
—Lo sé, estás enojada —aclaro—. Siento haber logrado que tengamos una cita.
Los ojos verdes de Rosette no me dejan de observar.
—Voy a ser simple y concisa, me desagrada tu cambio de actitud para conmigo ¿Por qué lo arruinaste? Éramos socios, incluso como amigos, no quiero que me coquetees.
Apoyo los brazos en la mesa y me acerco a su rostro.
—Yo no quiero ser tu amigo.
Ella se aproxima un poco más.
—Entonces te destruiré, no me subestimes.
—No lo hago. —Me alejo y me vuelvo a poner cómodo en la silla, tomo de mi vaso de vodka—. Sé que no eres una persona común y corriente, solo tengo que averiguar por qué.
—Pierdes tu tiempo. —Agarra su copa y también vuelve a su posición original—. No diré nada —dice seria.
—Por eso es más divertido, quiero jugar. —Sonrío.
Ella fuerza una sonrisa con odio.
—Los hombres son todos iguales.
Enarco una ceja.
—Uh, esa no la vi venir ¿Por qué?
—Deberías tener cuidado, mi prometido podría cortártela.
Una punzada rápida llega hasta mí.
—Vaya, ya me enojé.
Bufa y mira hacia un costado.
—Y yo hablé de más.
—¿Y dónde estaba tu prometido cuando te metieron en un contenedor? —digo furioso, pero mantengo la calma, apoyo el codo en la mesa y la mano en mi mejilla—. Estoy muy interesado. —Sonrío.
Sus ojos verdes regresan a mirarme, es entonces cuando acerca su rostro de nuevo hacia mí.
—Bueno, ya hablé de todos modos, te lo diré por tu bien, no lo busques, él fue quien dio la orden de meterme en ese contenedor. —Sonríe con reitero molesta—. Es que me escapé de él por milésima vez —confiesa y vuelve a retroceder en la silla.
Toma de su vino, nerviosa, y su mandíbula está tensa.
—Yo... lo siento. —Me quedo pensativo.
Si tan solo supiera de qué grupo mafioso estamos hablando, pero sé que no me lo dirá. Ha sido pura suerte que haya hablado recién. Aunque en realidad fue traicionada por sus emociones contra ese prometido que tiene. Su odio se nota que gira alrededor de él.
—¿Nos vamos? —Se levanta de su silla—. Esto es una pérdida de tiempo —dice fríamente.
Me inclino para pararme también.
—Pasar el tiempo contigo nunca es una pérdida de tiempo.
Abre la boca para responderme, pero no llega porque debemos tirarnos al suelo. Hay tiros por doquier que rompen el vidrio del restaurante, la gente corre despavorida y se oculta. Dos de los tiradores se acercan a Rosette, así que preparo mi arma y ella se levanta del suelo despacio. Escucho de manera atenta por información, pero no dejo de estar alerta.
—Rosette, querida ¿Dónde te habías metido? —dice uno de los hombres animado—. Dom te está buscando, se encuentra muy preocupado.
—Dominick se puede ir a la mierda —responde.
Viendo que estoy escuchando, Rosette le pega un codazo al que se acerca por detrás, le quita el arma y le dispara al otro sin dudarlo, de una manera fría y calculadora.
—¡Disparen, disparen! —grita el hombre agonizando en el suelo, porque ella le descargó el tiro en sus partes.
En un movimiento rápido tomo la mano de Rosette.
—¡Corre! —expreso en alto mientras avanzamos y una ametralladora va rompiendo todo a nuestro paso detrás de nosotros.
Terminamos atrás de una pared, un poco apretados muy al pesar de Rosette, es que estamos tan cerca que siento su respiración.
—Cada vez me sorprendes más —susurro.
—Escuchas conversaciones ajenas —dice ofendida.
—¿Le ibas a dejar un mensaje a tu Dominick?
—Qué asco.
—Te pediría que dejes el misterio, pero eso solo me atrae, así que yo mismo descubriré qué está pasando.
—Un prometido controlador y sanguinario está pasando ¿Qué más hay que saber? —expresa molesta.
—Creo que tu prometido no es el importante, tú lo eres. —Alzo mi dedo y lo apoyo en su clavícula—. Tú eres el misterio y él lo sabe.
—Bien, lo descubriste ¿Y?
Me río.
—Todavía no descubrí nada. —Nuestras narices se rozan—. Lo único que sé de ti es que eres muy fría y calculadora. —Sonrío y levanto el arma que ella le robó al hombre—. Así que te la quité.
Se sorprende y parpadea rápido varias veces.
—Tú...
—Te distrajiste por un mínimo segundo, estoy encantado, fue difícil sacártela ¿Viste como no te subestime? No eres para nada una damisela en apuros.
—¿Y por qué me la quitaste? ¿No somos socios acaso?
—Por esto.
Uno mis labios con los de ella de manera apresurada y su cabeza retrocede, chocándose con la pared. Son tan suaves como los había imaginado. Su respiración entrecortada me tienta cuando muevo mi boca y ella se agarra de mi chaqueta. Mis manos recorren su estilizada figura, suele usar vestidos tan finos y de seda, que puedo imaginar lo que jamás pensé fantasear tanto al tocar a una mujer.
Es una droga.
Parece que está cediendo, pero de un momento a otro me muerde. Me sorprendo porque hasta se ríe cuando hago un quejido de dolor. Ella sonríe, se relame sus labios con la sangre de los míos.
No sé quién es esta mujer para comportarse de una manera tan confusa para mí, pero no puedo evitarlo, me tienta, me encandila demasiado. Podría besarla otra vez y arriesgarme a lo que sea.
Quiero esa boca solo para mí.
___
Pietro el intenso me pone así 🔥🔥🔥
Amo el lado oscuro de Rosette, sabía que en otra vida fue una vampiresa 🖤🔥
Atte: Vivi.
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El prometido de la Inglesa (R#13) [Prometidos #2]
Любовные романы"Si no puedes manejar a tu familia, menos a la mafia". Secretos ocultos en el Big Ben. #PorCulpaDeUnRicoy *Por Viviana Valeria V.