Rosette
Me equivoqué, creí que si me acostaba con Pietro lo vería como a todos los hombres, pero ahora no puedo dejar de besarlo y tocarlo ¿Dónde está el asco que pensé que tendría? ¿Dónde está ese odio que crece cuando me acarician? No existen, esas emociones fueron reemplazadas con fuego.
Las ropas siguen mojadas, por habernos tirado a la pileta, y eso solo lo hace más excitante. El sonido del tren moviéndose no impide escuchar nuestras respiraciones mientras sentimos nuestro tacto. Todo se agita y combina, es el incendio perfecto.
Algunas prendas terminan en el suelo, mi espalda se choca con la pared de la cabina y el refriegue de nuestros físicos continúa. Arriba y abajo, una sensación constante, muy agradable.
—Pietro... —Cierro los ojos cuando chuponea mi cuello.
Le clavo las uñas en su espalda desnuda y mis piernas se aferran más a su cintura mientras sigue el movimiento.
Dentro de mí, tan profundo, más al fondo en el éxtasis. Esa adrenalina que no pensé que necesitaba, es más poderosa e intensa de lo que podría imaginar. Un estallido de sensaciones mientras lo siento penetrar todas mis barreras tanto físicas como psicológicas y por alguna extraña razón no me molesta. Podría percibirlo hondo y calado entre mis piernas cuanto desee, lo dejaría, lo permitiría. Quiero que lo haga y se lo concedo.
Hay llamas mientras nos unimos, no puedo parar de gemir y sonrojarme. Es la primera vez en mucho tiempo que grito de placer. Exhaustos quedaron nuestros cuerpos, gracias a esta adrenalina llena de pasión.
Abro los ojos sintiendo las estrellas.
~~~
Una vez terminamos, levantamos las prendas que quedaron en el suelo y acomodamos las ropas desarregladas que movimos con tanto sexo. Luego de que acabo de colocar bien mi vestimenta, toco mis mejillas que todavía tienen calor y bajo mis dedos a mis labios, pensativa. Alzo la vista cuando Pietro toca mi mano, la besa, luego a mi cachete, me sonríe, pero yo me alejo un poco.
—Necesito pensar —aclaro seria.
—Está bien —expresa comprensivo.
—Busquemos la forma de bajar, este tren no frena. —Cambio de tema.
Pietro mira hacia la ventanilla y se ríe alegre.
—Parece que tendremos un largo camino para volver, más tiempo a solas.
—Sí —pronuncio en tono bajo y no digo nada más.
La noche está llena de estrellas, prefiero quedarme callada y mirarlas. Eso me parece bien, así que sonrío.
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Capítulo cortito, pero fogoso 🌚
Atte: Vivi.
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El prometido de la Inglesa (R#13) [Prometidos #2]
Romance"Si no puedes manejar a tu familia, menos a la mafia". Secretos ocultos en el Big Ben. #PorCulpaDeUnRicoy *Por Viviana Valeria V.