Eduardo
Siento un peso sobre mí, así que abro los ojos ¿Pero qué? ¿Qué hago en un avión? ¿Y por qué Violette duerme en mi hombro? Ronca como cerdo al que van a sacrificar. Como sea, ya recordé, me puse histérico porque descubrí que Rosette es la prometida de Dominick, si ese tipo está buscándola o lo que sea mientras Violette está junto a ella, su hermano Derrick me va a encontrar, luego a mi hermana y quién sabe qué pueda pasar. Después al no conseguir ideas me puse a beber como desenfrenado. Para cuando llegó Violette yo ya había tomado bastante alcohol, ella me ofreció un viaje y yo accedí. Bueno, mala idea no es, pero me hubiera gustado estar más cuerdo a la hora de tomar la decisión.
Una isla paradisiaca, mi casita vacacional en lo alto del risco ¿Qué digo casita? Mansión, pero quería parecer humilde. Bajamos del auto y se siente el aire veraniego, luego nos dirigimos dentro de la casa.
—¡Es enorme! —expresa Violette emocionada—. Y se encuentra todo tan aislado que se respira tranquilidad y no hay nada que me moleste. Ah, no, cierto, estás tú —se burla mientras yo sonrío y alzo una ceja.
—No te librarás de mí tan fácilmente, Piruleta. —Hago una pausa—. Aunque dijiste tranquilidad, te daré paz por ahora y me iré por el otro lado. —Señalo la otra sala.
—Ay, qué aguafiestas, huyendo con la primera burla, cobarde.
—¿Por qué? ¿Quieres que me quede junto a ti?
Hace una mueca de desagrado.
—Por favor no.
Me carcajeo.
—Eso pensé. —Tomo mi maleta y me dirijo a mi cuarto mientras ella se queda quieta, siguiéndome solo con la vista, estando en silencio.
—¡¡Eduardo, no te vayas!! —grita de repente y me detengo—. ¡¿Me vas a dejar sola?! ¡Necesito atención!
Bajo la maleta, entonces observo detenidamente a la castaña de bucles despampanantes. Su vestido veraniego, todo floreado, la hace ver menos intensa y más normal, algo que no le queda mal. Necesita ser más natural, eso la hace mucho más real, que todo ese lujo que intenta mostrar siendo una nenita caprichosa.
—¿Qué? —expresa confundida y se sonroja porque me quedé mirándola demasiado—. ¿Tengo algo en la cara? —Palpa su rostro despacito.
—Pensaba que si fueras muda serías más atractiva —expreso sincero.
—¡¿Qué?! —Se indigna—. ¡¿Cómo te atreves?!
—O al menos sería mejor que dejaras de hacerte la importante y convertirte en una mujer más simple.
—¡¿Disculpa?! —Se altera más.
Me río.
—Que te queda bien el vestido.
—Gracias, supongo —dice confundida.
Me aproximo hasta ella y tomo su mano.
—Ven, vamos a la playa. —Comienzo a caminar.
—¿Ya? ¿No vamos a desempacar, ordenar, cambiarnos o algo?
Me detengo y la observo.
—Eso es aburrido, las reglas fueron hechas para romperse, ¿o no?
Sonríe satisfecha.
—Tú sí que me entiendes.
Se escucha música de fiesta y comenzamos a visitar cada lugar, bailamos, nos divertimos, tomamos a lo loco, festejamos y nos tiramos a la playa, unas auténticas vacaciones alocadas.
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El prometido de la Inglesa (R#13) [Prometidos #2]
Romance"Si no puedes manejar a tu familia, menos a la mafia". Secretos ocultos en el Big Ben. #PorCulpaDeUnRicoy *Por Viviana Valeria V.