Rosette
Adler camina de un lado a otro en la sala de espera del hospital, así que sonrío mientras me mantengo sentada en una de las sillas, espero un poco y decido hablar.
—¿Te preocupa tu madre? —consulto.
Se detiene y me mira enfadado.
—Ni una mierda. —Camina y se sienta a mi lado—. ¿Fue cierto lo que dijiste? No conseguirán encontrar a mi novia, ¿cierto? —exclama preocupado—. ¿Puedes averiguar esas cosas?
—Podemos investigar, pero no la hallarán, por lo que sé está muy lejos, ¿no? No te preocupes, no creo que se encuentre en peligro. Además, si serás un jefe mafioso, seguro serás capaz de imponer temor, así que el que te desafíe lo pensará dos veces.
—Seguro no te lo dicen mucho, pero... ¿Quién eres? ¿Cómo sabes tanto?
Me río.
—Digamos que mi padre era una mala persona y me enseñó todo lo que él sabía. Por suerte está muerto, muy bajo tierra —expreso fríamente.
Adler también se ríe.
—Entonces deberías entenderme, no estoy preocupado por mi madre, solo vine a acompañarte, ¿no es acaso que te persiguen?
Me pongo seria.
—¿Deberíamos mudarnos? ¿Valdrá la pena? Nos están vigilando.
—¿Lo dices por la invitación de su bailecito? Seguro mi padre pensó que ese tal Dominick ya estaría muerto para este momento. —Se carcajea—. Ese es mi papito, pura confianza, me encanta que se la hayas regresado, gracias, piernas sexys.
Giro mi vista a mirarlo fijo.
—No me llames así —lo reprendo.
—Oblígame. —Mantiene su sonrisa.
—Como sea. —Me levanto de mi asiento—. Iré a ver cómo está Violette y nos vamos.
Me acerco a la puerta y justo el médico sale, me explica, se retira, entonces entro al consultorio a ver a Violette. Ella evita la mirada, se nota que tiene vergüenza. Parece una niña, me recuerda a mi hermana.
Otra persona de mi familia que está muerta.
—El doctor dijo que te dará el alta rápido ¿Quieres que llame a alguien para que venga a buscarte? —consulto—. Nosotros ya nos vamos —agrego cuando se queda un momento callada.
Agarra la muleta y se levanta, camina poniéndose a mi altura. Intenta estar seria, aunque sus mejillas están ruborizadas. Se le notan los nervios.
—Yo... no quiero que te vayas.
—¿Disculpa? —Enarco una ceja.
—¡¿Quieres ser mi amiga?! —grita de repente, entonces parpadeo varias veces rápido. Puedo notar la vergüenza y la tensión en su voz—. Enséñame. —Toma mi mano con la suya libre.
—¿Qué? —Estoy perpleja.
—No sé cómo decirlo, me siento rara y asqueada, pero tengo que aclarar que de alguna forma se creó una especie de admiración hacia ti.
—Sí, esto es extraño —opino.
—Me siento confundida, perdón. —Me suelta.
Sonrío.
—Está bien, seré tu amiga.
—¿Eh? ¿Y no crees que sea una extraña artimaña para acercarme a Pietro o algo así? O quizás peor, te puedo hacer daño.
—Créeme, querida, yo te puedo hacer más daño.
Pienso que lo puedo afirmar todavía más. Aunque yo era como ella antes, la verdad es que me recuerda mucho más a mi hermana. Mi hermana y yo éramos muy parecidas. Me pregunto si hubiera sobrevivido habría cambiado como yo lo hice ¿Qué hubiera sido de ella? Ojalá pudiera saberlo.
___
Sobre este capítulo:
Ahora sabemos más de Rosette, la historia que hay detrás de ella siempre me rompe el corazón y ahora que Violette le recuerde a su hermana, ay eso me duele 💔
Por otro lado, ni en un millón de años hubiéramos pensado que estas dos se volverían amigas. Cabe aclarar que ambas se complementan y que cada una le mostrará el mundo de la otra, esa parte que les falta la llenará la otra, ya verán.
No puedo creer que vaya a decir esto, pero Violette avergonzada me parece adorable y me encanta, hasta casi quiero abrazarla, qué miedo, alto cringe jajaja
Por último quiero decir que esta amistad le traerá problemas a los machos. Sí, no solo Pietro va a estar indignado, Eduardo estará asustado, pues les recuerdo que él es el que está averiguando sobre la conexión entre Rosette y los Lamarck ¡El más perjudicado acá es Eduardo, yo sé lo que les digo! 😂
Atte: Vivi.
ESTÁS LEYENDO
El prometido de la Inglesa (R#13) [Prometidos #2]
Romance"Si no puedes manejar a tu familia, menos a la mafia". Secretos ocultos en el Big Ben. #PorCulpaDeUnRicoy *Por Viviana Valeria V.