8. Sin motivos

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Eduardo

Camino con la hermana de Brayton por el pasillo, mientras ella mueve las muñecas que hace tan solo momentos estaban atadas, pero como supuestamente voy a escoltarla a su nueva casa, le quitaron las sogas. Teorizo que voy a acompañarla, porque seguro se irá y mi trabajo no es seguirla, en realidad es lograr que ella me persiga a mí.

La castaña de bucles despampanantes, se detiene y se gira a mirarme, mantiene una sonrisa bonita en frente de mí, aunque tengo la suerte de no estar interesado, más con todo lo que he oído hablar de ella.

Por algo le dicen la fiera indomable.

—Pobre empleado —se burla—. Viniste a acompañarme sin razón, te ves muy inservible.

Sonrío.

—Si quieres puedes irte.

Enarca una ceja.

—¿No vas a detenerme?

—¿Por qué? De todas formas me van a pagar. —Me río—. Aunque te convendría ver la mansión, es mejor que estar en hoteles.

Conozco la casa, porque ahí es donde se supone que tengo que vivir con ella, luego de que de forma aparente la tenga a mis pies.

O sea, sé que soy encantador, ¿pero realmente funcionará? No creo ni que lleguemos a ese ámbito, aunque Brayton parece optimista con el tema. Como sea, no es como si me importara casarme o no, lo único que me interesa es mantener la protección de mi hermana intacta. Los negocios que me dejó mi padre al morir son algo que me atormenta, no porque no conozca este mundo mafioso, sé perfectamente como desenvolverme, soy capaz de todo, pero el secreto que se llevó a la tumba mi progenitor, es un peso muy grande y será difícil enfrentarlo.

Miro como Violette se va alejando, pero se detiene.

—De verdad no me vas a seguir. —Se sorprende.

—¿Quieres la dirección? —pregunto y alzo un papel con esta.

Entrecierra los ojos, luego vuelve hasta mí y lo toma de manera brusca.

—¡Bien, me lo quedo!

—Sabia decisión. —Mantengo la sonrisa.

—¿De verdad no te intereso? —pregunta incrédula.

Tengo que fingir que no me interesa, aunque la verdad esa es la realidad, Violette Lovelace no me mueve la estantería ¿Por qué alguien se enamoraría de ella? ¿Por qué yo lo haría? Nunca me he fijado en nadie, ni tampoco es que sea superficial, es una mujer hermosa, pero más allá de eso, no veo razón.

—Te seré sincero —expreso sin fingir mi papel—. No tengo ni un motivo para estar interesado en ti. 

El prometido de la Inglesa (R#13) [Prometidos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora