I El despertar

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Hermione
Escucho una voz muy lejos o será un ladrido de un perro, cada vez escucho ese fuerte sonido más intenso como en forma de peligro, hasta que mi su cociente se despierta y me  da una  bofetada para que se  despierte a mi dormilón cerebro, me levanto de la cama  y me da un fuerte mareo que hace que tenga que sostenerme del copete de la cama, obtengo el equilibrio y hago zancada de pasos rápidos para llegar al polo de la puerta de mi cuarto, corro hacia la puerta principal porque escucho al sonido—No era un simple sonido era mi perra que estaba ladrando como una salvaje , ha salir al aire fresco medio abro los ojos para ver, pero es intento fallido, veo borroso porque estoy luchando  contra una batalla que es ver medio dormida y medio despierta, a ver solo algo borroso y a la gafa de mi dog ladrando, tengo el deber de gritarle porque ya no la quería escuchar “Cállate  MANCHA”.
¡Sí! ¡Así se llama mi protectora Mancha! — ¡Pero cómo que no  escucho mi llamado de atención!            
Camino  hacia la esquina de la casa para gritarle mejor ¡que se callara! es cuando veo con claridad a una figura masculina parada en esa misma esquina del lado de afuera de la casa viéndome fijamente como le daba amor a mi perra, solo lo veo y no lo reconozco, no era de por aquí,  esa figura masculina era alto como de 1.80mt de altura, piel morena , venia vestido con un jeans negro roto y desgastado, camisa blanca con una mancha marrón creo que era café en la esquina de su hombro izquierdo, tenis de marca eso fue lo primero que reconocí y tenía ese color de cabello tan oscuro como el negro azabache y ondulado— ¡Si detallo muy bien a las personas!
Cuando en ese extraño  momento lo estoy escaneando como un numero de barra de un alimento sabroso, siento la mirada del moreno y caigo en la realidad  que lo estaba mirando sin prudencia y mi perra le seguía ladrando, solo le doy una última mirada para detallarlo mejor y en ese instante  el comienza a avanzar hacia su camino pero cuando ya va por lo último de la acera de mi casa, me voltea a ver y se ríe, esa expresión me molesto mucho solo camine para entrar a la casa y cerré la puerta de un golpe, paso a verme en el espejo  que esta casi al lado de la puerta del baño.
Eso era lo que tenía que hacer antes de salir— ¡Verme en el espejo!
Cuando  veo mi reflejo en el espejo, grito fuerte que  seguro  la U.R.B. donde vivo me escucho, porque me veo horrorosa, parezco una muerta que tuvo que resucitar para llevarse  a las personas con las almas podrida,  tengo enorme bolsa oscura debajo de mis ojos parece que me dieron una paliza, cargo puesto un short rojo alto con pretina en forma en v, con un sierre de lado  y no tiene botón y con una camisa corta de tira color azul marino,
Lo sé, lo sé— No soy buena combinando colores.
Traigo el cabello todo revuelto parecía un nido de pájaro, las aves pérdidas podrían confundirse de hogar y criarse en el nido de mi hebra de  cabello que sostiene mi cuero cabelludo y las aves se  aparearían y tendrían su familia en mi cabeza y no lo culparía porque en realidad si yo fuese pájaro pensaría que esa cosa es un nido, y en ese raro momento de pensamiento  no cuerdo, recuerdo la risa del extraño hombre moreno guapo— ¡y cómo no! — Me veo la facha y mi shorts que tiene ese cierre del lado que tanto odio, ese cierre que esta bajo y parece un libro abierto y puedo ver mi ropa interior de fresita rosita la comiquita para niñas pequeñas— ¡Ya veo porque su risa!
Solo dejo de verme y vuelvo a caminar hacia mi cuarto, veo la hora en mi teléfono que esta justo en la mesita de noche al lado de mi lámpara rosada y son las doce del medio día— gruño— apago el teléfono y vuelvo a dormir.
Soy muy buena agarrando el sueño cuando es necesario—. ¡Definitivamente el peor despertar!
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Me despierto como a las 3:00 pm, no he desayunado ni almorzado, voy para la cocina por algo de alimento— ¡El estomago me gruñe! —,  veo a mi mamá preparando café y arrugo la nariz por su olor y apena su vista se cruza con cola mía me da una cara de pit- bull  rabioso y  escucho la cantaleta de mi mamá diciendo que me voy a desnutrir si sigo así, que me puedo enfermar y que ella no me va ayudar cuando me vea tirada en la cama medio muerta. Solamente la ignoro agarro las dos comidas y me voy a mi cuarto a comer en paz. Cuando ya estoy satisfecha, agarro mi libro de ¡Todas mis herida de kathleen Glasgow!, leo dos capitulo lo coloco en la mesita y me acuesto a dormir hasta el día siguiente.

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