"Prólogo"

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"Así me pierda, yo siempre regresaré a ti"

Solo es un susurro, uno tan claro y tan vívido, es lo único que puedo escuchar ya que estoy sumergida en absoluta oscuridad.

Una extenuante anadipsia se apodera de mi garganta, me ha cerrado las cuerdas vocales, ya no respiro como antes, estoy tan lastimada que ya no siento la brisa en mi cara.

¿Qué soy yo ahora? Solo un cuerpo vacío, la piltrafa humana en la que me he convertido; ya no distingo ni siquiera cuando amanece porque mi vida se convirtió en un ocaso, el sol se apagó y el alba nunca llegará.

Mis lágrimas se han vuelto de sangre, siento cuán rota estoy por dentro, estoy desangrándome a cada segundo, ya no puedo recoger los pedazos. Solo puedo recordar cómo fue, el dolor has sido tan intenso que creo que es lo que hace que mi corazón lata.

Condenada a la amargura inexorable, a la incertidumbre de no saber dónde está, sí está perdido en la distancia o inerte en algún desierto, nada más me queda esperar para saber si algún día regresará.

💔            💔

Ha caído la noche, lo sé porque cesó el ruido, el silencio me asusta llenándose de soledad el propio mundo que creé a mi alrededor, donde me protejo del exterior.

En mi cama estoy, el desespero me consume, siento ansias, siento rabia por la crueldad que me hace daño, solo deseo tocarlo, percibir que me acaricia, que me mira con esos ojos a los cuales estuve prendida. Trato de quedarme dormida, pero aún no lo consigo, me retuerzo del dolor, solo necesito un respiro, pero eso también duele, duele hasta más no poder, me cala, me destroza, moriré si no regresa.

En segundos caigo al vacío de mis noches sin luna, veo de nuevo cómo sucede, en cámara lenta lo percibo, sus ojos suplicantes me miran, haciéndome una promesa de amor. Observo cómo desaparece y con él, lo que me quedó de vida.

Lu: ¡Kurama!

Los gritos de Lu Genkai hicieron a todos prender las luces, una vez más despierta de su recurrente pesadilla, en sí, son los recuerdos de esa aciaga tarde. Ya han pasado dos meses y la tempestad en su corazón no ha terminado.

Lu: ¡Kurama no! Kurama regresa por favor, ¡Cumple tu promesa! ¡Me dijiste que no te dejara mi amor, y fuiste tú quien lo hizo! ¡¿Por qué Dios?! ¿Por qué?

Shiryu, quien se quedaba con ella, la abraza fuertemente, como a una niña pequeña, la rodea con sus brazos mientras le acaricia el cabello.

Shiryu: cálmate princesa, cálmate.

Lu levantó la mirada hacia él y con sus ojos repletos de lágrimas le dijo bajo un susurro...

Lu: estoy muriendo Shiryu, cada día que pasa, muero lento.

Lu Genkai no era la misma de antes, si la primera separación acabó con la mitad de su alma, esta acabó con su vida entera.

Habían comenzado una búsqueda exhaustiva en todas las dimensiones, planetas habidos y por haber. Pero no era un asunto sencillo, eso se podría llevar toda una vida y nada les daba esperanzas.

Lu le dijo a Shiryu aún compungida...

Lu: yo sé que vive, mi corazón me lo dice...

Se enrolla en su cama como un ovillo mientras repite esa frase una y otra vez...

Lu: yo sé que vive, mi corazón me lo dice... (bis)

Lu no volvió a dormir como en otras ocasiones, pasaba su tiempo despierta, ahogándose en llanto por su pérdida.

Amor, armadura y espíritu IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora