"Al filo de la navaja"

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Lu no pudo evitar recordar cómo habían “muerto” los chicos de Lamia, en segundos volvió a sentir náuseas y no solo eso, sino qué sintió miedo por las chicas de Majikuu Naito Reiāsu, miedo de que tuviesen el mismo final que los vampiros. Lu se adhirió masa su haciendo experimentando incomodidad; Mu se dio cuenta.

Mu: ¿No empezado aún y ya estás nerviosa? Recuerda que son nuestros posibles adversarios, a menos que sean derrotados ahora.

Lu: que lo dudo.

Mu: menos mal que estás consciente.

En la plataforma se hallaban dos tipos de energía: una mágica de fantasía y una negra como la noche oscura. Neji estando en vigilancia percibió algo diferente esta vez.

Neji: habido un cambio poco perceptible en el grupo de Ramunatán. A pesar de tener energía de mononiaca no percibo las mismas ganas diabólicas de asesinar como en el encuentro anterior.

Tenten: ¿Será porque son mujeres?

Neji: quizá, pero no creo que sea.

En la arena, el chico de Ramunatán que siempre estaba en el medio de sus compañeros, abrió sus palmas y de ellas comenzó a crear unos remolinos de viento. No eran remolinos cualquiera, de ellos salían chispas parecidas a las de soldadura que hacían un sonido chirriante, se veían como navaja eléctricas que podían causar fuertes quemaduras. Poco a poco la energía que emanaba se iba poniendo negra y mucho más peligrosa que al principio. Con un movimiento soltó unos rayitos diminutos, cómo un kilo delgado que cayeron las piernas de las guerreras mágicas haciendo cortes y quemaduras, las tres cayeron arrodilladas.

Los de Ramunatán se fueron hacia ellas para seguir atacandolas, pero las tres chicas sacaron sus espadas para impulsarse y levantarse ya que dejarse golpear nuevamente sería fatal. Sabían que sus adversarios tenían mucha fuerza, qué su anatomía era fuerte y un golpe directo sería terrible, ¿Pero cómo atacarlos? Eso debían ella descubrirlo, por lo pronto los evitaban.

Yusuke: si no hacen nada para atacar los ellos pueden aprovechar eso.

En este momento, el chico del remolino navajas chispeante soltó otros rayos pero Fuu contrarrestó el ataque con su defensa.

Fuu: ¡Viento de defensa!

Fue muy bueno pero no del todo, a pesar de que el daño fue menor, sí hubo, no sintieron las quemaduras pero sí el corte que las hacían sangrar.

Fuu: ¡No fue suficiente!

No había terminado de hablar cuando tenía en frente a un de ellos el cual la abofeteó, el golpe fue tan fuerte que su cuello crujió, todos pudieron oírlo.

Lu: no fue a mí y me dolió.

Shikamaru, quién veía la batalla desde otro ángulo, dijo con su característica paciencia.

Shikamaru: ¡Ay! Ramunatán gana de nuevo.

Fuu cayó al suelo sin poder evitarlo. Hikaru se alarmó al ver a su amiga en él.

Hikaru: ¡Fuu!

Una voz femenina proveniente del equipo Ramunatán le habló a la chica del fuego.

Ramunatana: esa es su batalla, yo soy la tuya.

La chica de Ramunatán la tomó por el cabello estrellando su cara contra el suelo en segundos. Intentó hacerlo de nuevo, pero la guerrera mágica antes de ser tomada, agarró su espada haciendo desprender de ella fuego quemando a su rival en la cara precisamente.

Ramunatana: ¡Perra!

El ataque recibido hizo a la chica de Ramunatán retroceder.

Ramunatana: esto no se quedará así.

Amor, armadura y espíritu IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora